7.20.2009

Hasta cuando la situación de desorden en el entorno a la Galería Satélite

Redacción Buga
El Periódico
Preocupante e incómoda la situación que se viene presentando a la altura de la calle 17 con carrera 15 esquina, en el lindero de la sede educativa Gran Colombia bloque 2, con la permisividad de una mujer orate, que esparce toda clase de desechos, basuras, ropa y todo lo que se le viene en gana acumular, como parte de su propiedad terrenal, afeando la presentación del entorno y creando malestar entre la población estudiantil.
Desafortunadamente la calle 17 desde la carrera 14 hasta la 15 presenta abandono por parte de los propietarios o tenedores de locales comerciales en la Galería Satélite, al igual que los espacios adjuntos a la Institución educativa Gran Colombia y el templo religioso el Divino Niño, lo que se convierte en espacio propicio y llamativo para que los orates, mendigos, consumidores de alucinógenos y consumidores de bebidas embriagantes, se den cita, convirtiendo éste en un sitio desagradable y que impide el paso de las personas de bien, ante el asedio de los llamados habitantes de la calle, que con la mendicidad, han convertido tan transitable sector, en un callejón de la miseria.
Sería conveniente que las autoridades civiles y policiales del municipio, adelanten acciones tendientes en retirarles de allí, por cuanto afectan el normal desarrollo de las actividades comerciales y de mercadeo en la Galería Satélite y sus alrededores.
Si bien es cierto que la Constitución Política de Colombia faculta a todo ciudadano nacionalizado, para que transite libremente por el territorio nacional, de igual manera, es deber de las autoridades brindar las garantías constitucionales para la libre e independiente circulación por el trazado colombiano.
En aras de brindar ambiente sano para el aprendizaje a la población estudiantil, los padres de familia, líderes cívicos y comunales, y el pastor de la Iglesia Católica en el Templo el Divino Niño, esperan que el Estado Municipal, corte de raíz esta problemática y se planten en estas zonas baldías, plantas ornamentales, creando un verdadero ambiente de comunidad, y a estos indigentes, que se les interne en centros especializados para un tratamiento y cuidado adecuado, cuyos recursos provienen del gobierno nacional.
Manifiestan algunas personas, que durante las horas de la noche se hace casi imposible transitar por la calle 17 en el tramo ya mencionado, y lo preocupante aún, es que a escasos 50 o 60 metros se encuentra la Inspección de Policía.
Todo esto se presta para que los amigos de lo ajeno, se camuflen entre estos llamados habitantes de la calle para cumplir sus fechorías, o esconderse de la autoridad luego de ejecutarlas.
Lamentablemente, estas personas han sido abandonadas por sus familiares, sometiéndolos al descuido, inseguridad y al estado de indigencia que cada vez prospera más en estos samaritanos.
Lo cierto del caso es que mientras el ente gubernamental y policial actúa, el desorden social continúa en la calle 17 entre carreras 14 a la 15.

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