10.26.2009

Un artesano que la vida le golpeó duro y se levanta como el ave fénix

Redacción Buga
El Periódico

Cansado del camino y los duros golpes que la vida le dio, llegó a Buga un hombre humilde de condición, de sanas costumbres y muy trabajador, se trata del señor Nicolás David Cano, quien a sus 46 años de edad, debió salir de su tierra natal en el departamento de Antioquia, donde compartió con su esposa muchos años y fruto del amor trajeron al mundo dos hijos que en la actualidad tienen 10 y 17 años de edad.
La historia comienza hace aproximadamente tres o cuatro años atrás, cuando Nicolás debió ser sometido a una cirugía, lo que le obligó suspender los trabajos de artesano y ebanista, que con lujo de detalles realizó en Antioquia.
Recluido en la cama por cerca de 50 días, y aun convaleciente, tuvo que empezar a salir de parte de su herramienta de trabajo, para poder sostener su familia, al poco tiempo se recupero y retorno a las labores, pero al menor descuido recayó nuevamente y debió someterse a tratamientos médicos y una nueva cirugía, y estando en cama guardándose para no recaer nuevamente, fue su esposa quien tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y eso complico todo en la familia de Nicolás, entonces, el trabajo quedó en veremos, las pocas herramientas que le quedaban, quedaron en distintas manos hasta en las prenderías, porque las vendió para poder sobrevivir.
Ya recuperándose lenta pero positivamente, decidieron viajar a Buga en busca de mejores oportunidades de trabajo, ya que en su pueblo, no les contrataban para ninguna clase de trabajo, ni si quiera para la restauración de muebles de madera, lo que por muchos años hizo.
Hace apenas tres meses que llegaron a Buga y se dirigieron al hogar de paso de la calle 17 número 17-71, donde la comunidad religiosa que regenta este hogar, les tendió la mano y facilitó la forma para que Nicolás pusiera un pequeño taller de artesanías en madera y que por fortuna lo contrataron para que hiciera 200 mesas pequeñas estilo decoración, lo que le deja unos pesitos para comprar parte de herramienta y ponerse a trabajar en un local más amplio, de hecho su esposa contribuye con los oficios del hogar de paso y esto les permite obtener el almuerzo diario.
Peros sus dos hijos se debieron quedar en el departamento de Antioquia, mientras terminan estudios en el grado que van, y esperan tenerlos con ellos para buscar un apartamento y de contar con suerte, de que les contraten para la restauración de muebles de madera, para la ebanistería y así continuar con el plan de hogar que desde el inicio del romance señalaron.
Historias como esta o similar, se repiten diariamente en Colombia y por fortuna existen personas y comunidades que con gran generosidad, abren sus brazos para recibir los semejantes que atraviesan por lamentables situaciones.
Si usted ve que puede contratar los servicios de un artesano de la madera, diríjase al hogar de paso de la calle 17 entre carreras 17 y 18 y observe la forma como este hombre con mucha curiosidad y dedicación pule la diminuta madera, hasta convertirla en decoraciones para su hogar u oficina.

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