Estadísticas del DANE no riman con la economía de Buga

Redacción Buga

El Periódico

Aunque no existen estadísticas que permitan medir el nivel del desempleo, el subempleo, la informalidad económica y laboral en Buga, sí se puede inferir con los registros sobre el tejido empresarial de Buga y la región, más lo que sucede en las calles del municipio, que un número importante de familias subsisten gracias al desarrollo de actividades informales, actividades que proliferan en la medida que el débil tejido empresarial local y regional no tiene la capacidad para ocupar al número de personas dispuestas a trabajar.

Estas cifras van en contra de lo anunciado por el DANE, donde consigna en un documento que el desempleo en Colombia va en plena disminución, contrariando una realidad vivida día a día por cientos y miles de familias que en el territorio colombiano se van a la cama con solo un agua de panela y un pedazo de pan, porque ni siquiera cuentan con una fuente de empleo que les permita el sustento familiar.

Buga no es ajena a esa realidad, sólo basta darse una paseadita por el centro de la ciudad y lo primero en encontrarse son las carretas con ventas callejeras, los vendedores ambulantes  quienes contribuyen al lado de los vehículos automotores, con el taponamiento de las vías arterias de la ciudad.

Igual sucede con el transporte informal con los llamados “mototransportadores”, quienes en su mayoría proceden de otras localidades del Valle y de Colombia, engrosando el panorama de desequilibrio social por el que atraviesa Guadalajara de Buga.

En años pasados Buga tenía registradas 3.927 empresas, de las cuales el 94% eran microempresas, el 4% pequeñas, el 1.5% medianas y el 0.5% eran las grandes empresas. Este tejido empresarial le aportó a la ciudad en su momento 13.825 empleos directos y ventas reportadas por 

1.7 billones de pesos. 

El 4% de las empresas registradas en Buga se dedicaban a las actividades agropecuarias y mineras, el 10% correspondían al sector industrial y de la construcción, y el 86% restante al comercio y los servicios. No faltará quien diga que la ciudad puede prosperar gracias al desarrollo del comercio. ¿Quién le comprará al comercio si las empresas, los industriales que son los que generan valor agregado, dejan de existir?; si se acaban las empresas, se acaba el empleo, sin empleo no hay ingreso, sin ingresos no hay capacidad de ahorro y consumo de las familias. La existencia de un aparato productivo sólido, con protección y fomento por parte del Estado, es la garantía fundamental para el bienestar de una sociedad.

Es allí donde en Buga juega un papel preponderante el generar verdaderas fuentes de empleo que mitiguen el angustioso panorama de no tener el diario sustento para las familias, y se encaminan por actividades ilícitas, del microtráfico de drogas ilícitas, el robo, raponazo, el chantaje, entre otras expresiones del delito que acechan por doquier en la Ciudad del Milagroso.

Se requieren verdaderas políticas públicas que generen capacidad de ingresos a las familias de los niveles socio económicos 1, 2 y 3, quienes resultan ser los más flagelados por la desigualdad social al igual que de falta de oportunidades de empleo.