9.21.2015

Nueva masacre arbórea en el barrio San José Obrero

Redacción Buga
El Periódico

Manos criminales, volvieron a hacer un Ecocidio por cuarta vez a 9 árboles de Guayacán, que la comunidad del barrio San José Obrero, al norte de Buga-Valle, viene tratando de fomentar en un espacio público verde.

Estos árboles de Dios se resisten a morir bajo manos delincuenciales, pues siempre rebrotan como diciendo: "A más de brindar oxígeno, sombra, ornato, protección y muchos más productos y servicios al planeta, seguiremos resistiendo la criminalidad e indiferencia humana".

“Pero no es sólo el Arboricidio y Acuacidio nos invaden, sino vertimientos indiscriminados de aguas servidas altamente contaminantes, incendios forestales generados por malas prácticas agropecuarias, minería Ilegal, extracción de carbón vegetal ilegal, atentados a la flora y fauna silvestre para ventas clandestinas, aserramientos de nuestras especies maderables para tráfico ilegal, arrojo indiscriminado de basuras y escombros en áreas de importancia ecológica, generación de olores ofensivos y gases contaminantes sin control y por doquier, trapiches paneleros quemando llantas para derretir como combustible la panela que lógicamente se hace altamente nociva para cualquier tipo de consumo, etc.”, indicó el secretario de Agricultura y Fomento del municipio, Especialista Fernando José Gutiérrez Estrada.
Como se recordará, los habitantes del barrio San José Obrero al norte de Guadalajara de Buga, unido a la Policía Ambiental y grupos ambientalistas, sentaron una voz de protesta por el ataque de un arboricida que atentó contra 9 Guayacanes morados que llevaban dos años de haber sido plantados por la señora Laura Caycedo, quien con sentido de pertenencia por el entorno habitacional, gestó esta natural idea de siembra en un lote asignado como zona verde para el mencionado sector habitacional; esto ocurrió el pasado sábado 18 de abril del año en curso, mientras en la ciudad caía un torrencial aguacero y que la comunidad no se encontraba en la calle, al parecer y de acuerdo a información suministrada por quienes indican notaron la presencia del arboricida, se trató de un hombre de tamaña estatura quien encapuchado y con machete en mano, se dio al trabajo de cruzarle cortadas certeras en el tronco hasta lograr cercenarlos.
Hoy, meses después de haber cometido esta masacre ambiental, seguida de otras acciones antiecológicas, se atenta nuevamente contra el ecosistema, generando un daño ecológico del que la especie vegetal se resiste declinar, en una demostración de que el hombre no es el propietario del ecosistema y que la “Mama Pacha”, reclama lo que le pertenece, como lo han indicado los aborígenes pobladores de estos territorios.
En la primera acción se precisó de un mensaje contra la benefactora de los Guayacanes o contra la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio, Sandra Liliana Maldonado, porque según Laura, quien los sembró, lo mismo ocurrió con una mata de enredadera que tenía sembrada y muy bien esparcida entre un alambrado en frente de su casa, la cual en cuestión de minutos mientras ella se apartó de su casa, al regreso la vio arrancada a la fuerza; pero las cosas según ella, no pararon allí, otra enredadera que estaba muy frondosa fue quemada con algún químico y no volvió a prosperar.
La situación se generó a la altura de la calle 30 con carrera 10, en un lote asignado para zona verde y que se enmontaba constantemente, por lo que los benefactores optaron por sembrar estos Guayacanes a fin de encontrar aireación en los momentos de fuerte calor.
En ese momento se realizó una marcha pacífica por los alrededores de San José Obrero, que contó con el acompañamiento de la Policía ambiental, líderes comunales del norte, los medios de comunicación, fundaciones y entidades ambientalistas, auxiliares de la policía bachiller, los niños quienes resultaron mayormente afectados por cuanto allí encontraban ellos el espacio predilecto para jugar, recrearse, refugiarse del sol y en su inocencia, elevaron un llamado a las autoridades para que den con los responsables de estos daños ambientales y los pongan a buen recaudo.
Entre tanto, la presidenta de la junta de acción comunal, exhortó a las autoridades hacer cumplir el decreto ambiental que expresa medidas drásticas en lo monetario y cárcel para los autores materiales.

GEWEB