9.21.2009

Moradores de la calle 10 piden más acción en la ubicación de las carretillas

Redacción Buga
El Periódico
Cansados se encuentran los habitantes de la calle 10 entre carreras 11 a la 13 y del sector centro, ante la problemática que se presenta con los carretilleros, que desde tempranas horas del día, de domingo a domingo se instalan allí, a la espera de quien les requiera para que presten sus servicios.
Desde todo punto de vista el libre desarrollo del trabajo es digno de aplaudir, pero ante la incomodidad, los ya angustiados moradores, han oficiado nuevamente a la Secretaría de Gobierno para que les colabore, en cuanto a la reubicación de las carretillas en un sitio apropiado, donde el orín y la boñiga no afecte la salud de la población infantil y adulta, pues por más normas que se dicten para contrarrestar el desaseo emanado por los caballos, es difícil que se cumpla lo del orine, que se torna insoportable con la puesta del sol.
Manifiestan los afectados y quejosos que esta problemática es del conocimiento de las autoridades civiles, de policía, personería municipal y aún de la rama judicial, sin que se presente pronunciamiento alguno, haciendo valer los derechos a la buena calidad de vida que se merecen como colombianos.
En comunicado enviado a el Semanario el Periódico, los afectados dejan conocer que no existe hora del día que puedan sentarse en las afueras de sus casas a descansar o recibir la frescura del anochecer, porque los fatigantes olores de orines, impiden que esto se dé, por ello esperan que a través de la Secretaría de Gobierno, se ejecuten las acciones necesarias y se corte de raíz esta problemática que han debido padecer por más de 15 años.
Aunque en reiteradas oportunidades se han desarrollado mesas de diálogo entre los carretilleros, funcionarios de la administración municipal y los habitantes de los sectores afectados, no se dan soluciones acertadas que contrarresten la problemática, que cada vez se torna más difícil para el diario vivir. Manifiesta uno de los quejosos, que da pereza llegar a sus casas, porque ya conocen que hasta sus aposentos de descanso llegan los fastidiantes olores que expelen los caballos.
Aunque no han tenido choques ni enfrentamientos físicos o de palabra, ellos temen que su paciencia se agote y se desborde su tranquilidad, ante ello esperan que se brinden garantías a los carretilleros, instalándolos en un sitio apropiado e inmediato para que hasta Alofi lleguen los clientes o usuarios a contratar los carretilleros.
Se presentan dificultades incluso para quienes tienen vehículos automotores y al llegar o salir de sus casas, se encuentran con la ocupación, esto se convierte en un caos casi de nunca acabar y es inaceptable para los moradores donde se instalan las carretillas.
Se requiere de la buena voluntad de la administración que como es del pleno conocimiento de los bugueños, se encuentra de puertas abiertas a los reclamos que como este, ya no da más espera.

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