6.11.2013

Vandalismo arremete contra imágenes religiosas y bustos de personalidades

Redacción Buga
El Periódico

La historia no puede ser ajena a una sociedad ávida de satisfacer una serie de necesidades banales, egocentristas, que vistas desde cualquier ángulo, no son más que la explosión de múltiples represiones sentimentales, sociales, económicas y de todo tipo que tiene la sociedad por el fuerte bajón emocional que hoy por hoy se vive en un país como Colombia, donde los gobernantes no buscan  el bienestar en la calidad de vida de sus gobernados, generando total descontento.
Este prólogo, como un punto de referencia de lo que se viene registrando en Buga por el vandalismo que ya está tocando fondo; es el caso de los reiterados atentados a los monumentos públicos como lo reciente con las efigies ubicadas en sitios estratégicos de la Ciudad Señora o de permanente afluencia de personas.
Caso palpable el de la imagen de la Virgen del atrio de la Iglesia del barrio La Ventura, donde esta fue decapitada como si al estar allí desde hace varios años produjera algún daño social, cultural o de credo a quienes cometieron este sacrilegio. Manifiestan los fieles Católicos que en el mes de Mayo se realizan actividades en torno a la imagen, conmemorando el mes de la madre, igualmente en el mes de Diciembre donde se ora frente a la efigie de la virgen por los favores recibidos.
Otra de las decapitadas en Buga es la Virgen del Derrumbado, la cual ha sido objeto de permanentes destrozos por los vándalos quienes practican en ella tiro al blanco, le han encendido fuego, la han cercenado en sus extremidades y la reciente acción conllevó a que le bajaran la cabeza al parecer con herramientas rudimentarias como garrotes, piedra, palo y otros elementos, que denota que lo hicieron con sevicia y dejando un impacto de irrespeto a los monumentos religiosos.
Unido a este destrozo, se puede notan en Buga otros monumentos que se quedaron en veremos como lo es el del parque lineal de la carrera 16 con calle 21, que de acuerdo a los habitantes del sector fuera iniciado durante la administración del Ingeniero Nelson Néstor Cuellar Mejía, sin que se diera terminación como es debido para dejar una semilla del tema cultural en las comunidades del norte de la ciudad.
Aunque algunos piden más presencia de la policía en estos sectores,  sería difícil mantener un cuerpo armado del Estado en cada esquina del municipio atendiendo lo que ha sido falente en los hogares, como lo es la enseñanza del respeto a los valores culturales, religiosos, humanos y sobre todo de la sana convivencia ciudadana.
Este vandalismo hay que erradicarlo y son los padres de familia desde sus hogares quienes a través del diálogo, el entendimiento y la razón, deben contribuir notablemente en la formación de una sociedad real y no de papel como se está evidenciando con el actual relevo generacional.
Es de recordar que al mismo tratamiento han sido sometidos otros monumentos como el Alejandro Cabal Pombo o llamado  “El faro”, la piedra de Panduro en la loma de La Cruz, la cual han tratado de socavar en su base para que se deslice hacia el vacío, donde queda el centro poblado del municipio.
Por ese mismo estilo ha estado el busto del Libertador Simón Bolívar en el parque que lleva este nombre, contiguo al Hotel Guadalajara, al que se le  arrancó de forma violenta la espada que portaba.

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