11.05.2013

Parque Bolívar, asediado por el vandalismo y la drogadicción

Redacción Buga
El Periódico

Antecedentes vandálicos se vienen registrando en el emblemático parque Bolívar contiguo al hotel Guadalajara, donde los consumidores de marihuana se han aposentado allí tomándolo como centro de operaciones, desarticulando el proceso social, de inclusión y de integración que  se logró gracias a la iniciativa de la empresa privada, el comercio y el gobierno local, actividad esta que se venía jalonando desde hacía varios años.
Remembrando la historia, en este parque burlaron las propuestas históricas, bajo conductas irreverentes deteriorando la espada del Libertador al punto de torcerla, desconociendo el fin que perseguían quien o quienes actuaron de esta manera contra una estatua que representa el símbolo de un líder que se dio a la causa de liberación y que muchos años después, algunos desadaptados continúan profesando un yugo con la drogadicción.
No podemos olvidar que posteriormente se dieron a la tarea de colocar a esta misma estatua ubicada en el centro del parque, un sombrero, como haciendo burla a las positivas y altruistas acciones en defensa de la clase obrera.
Ahora, no contentos con estos desmanes, encendieron fuego a la mata de bejuco que se encuentra a un costado del lindero con el Hotel Guadalajara, poniendo en riesgo el ecosistema y la misma seguridad para el hotel, donde diariamente y por esta fecha de temporada de fin de año, llegan muchos turistas y visitantes.
Por fortuna la rápida acción por parte del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Buga, logró conflagrar el fuego y evitar hechos lamentables.
Unido a esta situación que ha sido continua en el tiempo, esta mata  se había convertido en el inodoro de cuanto indigente, habitante de calle, orate, mendigo y consumidor de alucinógenos, ante lo cual los fuertes, fatigantes y pestilentes olores empañaban  la higiene de tan prestigioso hotel y su entorno.
Preocupa este tema, ya que al otro lado del río y a escasos metros del parque de Bolívar sobre la calle primera con carreras 12 y 13, se encuentra el Comando de Policía del Primer Distrito y la Estación Buga, y que son vulnerables ante cualquier acción negativa en contra de esta edificación aprovechando los momentos de soledad, la noche y como cómplice la oscuridad de algunos tramos del parque.
Conveniente resulta que tanto las autoridades de policía como del actual gobierno municipal, tomen las medidas necesarias en aras de recuperar estos escenarios para la integración de las familias, las comunidades, para el descanso de los transeúntes, los turistas, visitantes y de quienes buscan en ellos, un refugio para la meditación.
Desafortunadamente la elasticidad  por parte de los gobernantes municipales de turno en adelantar campañas fuertes para contrarrestar este flagelo, ha dejado coger ventajas que a la postre, al  dar pie a ello encontrarán rechazo hasta de la misma comunidad que hoy se siente afectada y que al tenor del lamento de quienes buscan acabar con el ornato y embellecimiento, se compadecen argumentando la Constitución Política de Colombia.
Lamentable desde cualquier punto de vista la situación vandálica que ha traspasado las fronteras en el emblemático, en otrora muy visitado parque de Buga, asediado por los consumidores de alucinógenos, a quienes la sociedad bugueña les hace un vehemente llamado para que moderen su accionar y contribuyan con el cuidado y protección de los bienes muebles e inmuebles del municipio, que pertenecen a toda la comunidad sin distingo alguno, en eso deberían diferenciarse ellos de los demás que andan por el mismo sendero.

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