11.25.2013

Sacerdote se preocupa por la juventud descarrilada

Redacción Buga
El Periódico

"No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me envió" (Jn 8, 42). En el centro de la conciencia misionera del Hijo estaba la convicción de ser el enviado por el Padre amoroso: era el Mensaje vivo de Dios, la Palabra, la Misión encarnada (IPM 14). El origen de la misión es Dios Padre que ha elegido y consagrado a su pueblo para realizarla. La Iglesia es la comunidad que Dios Padre se ha elegido mediante su Hijo Jesucristo. Es también la comunidad que Dios Padre ha consagrado y habilitado para la misión al derramar sobre ella su Espíritu (MP 43)”.
Con estas sencillas pero impactantes frases, el sacerdote Bernardo Henry Salcedo, Párroco del templo Santo Domingo de Guzmán en Buga, ubicado en la carrera 13 con calle 6ta, adelanta una evangelizadora campaña en aras de sacar de la drogadicción a tantas personas que afanosamente caminan hacia el abismo de la destrucción personal, familiar, afectiva, social y de todo orden.
Las prácticas del Pastor de la Iglesia Católica se basan en rezar el rosario en grupo y llegar hasta los sitios donde se encuentran estas personas consumiendo alucinógenos para llevarles un momento de reflexión, sin reprocharles sus acciones, haciéndoles ver que lo que están haciendo no conlleva a nada bueno, por el contrario degenera la vida, la salud y arrastra a su paso todo el grupo familiar, al punto de verse excluido por quienes en un momento fueron sus amigos, familiares y personas cercanas.
Es un proceso de evangelización, como lo manifiesta el sacerdote Bernardo Henry, al que deben sumarse muchas fuerzas en cada paso que se da para erradicar este flagelo que cada vez los absorbe de manera incontrolada.
“Todo fiel cristiano, por estar incorporado a Cristo mediante el bautismo, está llamado a participar en la misión evangelizadora de la Iglesia. Todos los cristianos deben prestar su ayuda a la difusión del Evangelio, cada uno según sus posibilidades, sus talentos, su carisma y su ministerio en la Iglesia. "La orden dada a los Doce: "Vayan y proclamen la Buena Nueva", vale también, aunque de manera diversa, para todos los cristianos... ", señala el presbítero.
El primer paso dado en Buga fue en el parque Simón Bolívar de la calle 1 entre carreras 12 y 13 contiguo al hotel Guadalajara, allí se rezó el rosario, se compartió de manera amena con quienes  quisieron de manera voluntaria escuchar el sacerdote Bernardo Henry Salcedo, quien recientemente llegó de África de cumplir una misión evangelizadora con estas comunidades y tiene el conocimiento de cómo llegarle a esta población sedienta de una voz edificadora que les abra el camino de la esperanza hacia un nuevo renacer.
La tarea urgente de la nueva evangelización hace comprender a la Iglesia que «no puede ser misionera respecto a los no cristianos de otros países y continentes si antes no se preocupa seriamente de los no cristianos en su propia casa. La misión ad intra es signo creíble y estímulo para la misión ad extra, y viceversa» (RM 34).
“La misión continúa todos los viernes con el Santo Rosario a las 5:00 de la tarde, en diversos sitios, donde se espera el acompañamiento de la feligresía en un acto de fe, perdón, amor al prójimo y de un apostolado de mucho compromiso”, precisó el presbítero.

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