3.10.2014

Más de 20 años llevan siete familias asentadas en un lote del municipio

Redacción Buga
El Periódico

Desde hace más de 20 años que un grupo de familias de escasos recursos económicos fueron ubicados en el sector conocido como vía a la cárcel, enseguida de la pequeña central eléctrica de la Epsa en el costado nor- occidental de Buga.
Su llegada al sector obedece a la transformación de la ciudad con la construcción de la doble calzada a altura del barrio Paloblanco; de allí fueron retirados por la administración municipal estando como alcaldesa la Ingeniera Gloria Estella Sánchez Sepúlveda, según indicaron estas personas, utilizando las volquetas del municipio e indicándoles que allí podrían quedarse hasta tanto se les resolviera la necesidad de vivienda; el tiempo pasó y ni la entonces administración de la Ingeniera Gloria Estela ni las siguientes les han brindado la oportunidad de contar con un techo propio. Por ello han debido levantar sus viviendas con mejoras en materiales para resguardarse del frio y las inclemencias del clima, allí llevan cerca de 20 años con servicio de energía la que tributan a la empresa Epsa mediante el medidor instalado de manera oficial y el agua potable es obtenida de un medidor comunitario que provee a las 7 familias allí asentadas.
Cuentan con escritura pública de la Notaría Segunda del círculo de Buga, con declaración de mejoras, como en el caso expuesto al equipo periodístico del Semanario El Periódico,  mediante el cual se indica que ante la Notaría Segunda de Buga, se protocolizan las mejoras plantadas sobre un predio de propiedad del municipio de Guadalajara de Buga- Valle, correspondiente a un lote de terreno ubicado en esta ciudad, en la Variante Buga – Tuluá – callejón Balboa, de la actual nomenclatura oficial urbana, con extensión de 153 Mt2, con frente de 9 metros y hasta 17 de fondo levantados en esterilla, guadua y paredes internas en ladrillo.
Las familias allí asentadas tienen hasta 6 niños por los que deben velar, se educan en los planteles educativos cercanos al sitio de vivienda, manifiestan que no se les debe catalogar de invasores por cuanto desde hace muchos años están allí a sabiendas de los gobernantes de turno, tampoco se han adueñado de los lotes y anhelan que se les venda a precios módicos y con facilidades de pago para levantar sus viviendas de manera oficial.
Unido a las viviendas, también se encuentran talleres de mecánica, almacén de repuestos automotores que sirve al gremio transportador en la adquisición directa de repuestos facturados.
Sólo esperan que el gobierno local les dé la oportunidad de adquirir un techo para su familia, de los programas de vivienda a los que se les ha esquivado esta oportunidad; desde luego se debe revisar si estas personas cuentan con propiedades en otros sitios o inscritos en la oficina de instrumentos públicos, tal como se ha dado a conocer por parte de la Secretaria de Gobierno municipal, que el año anterior les indicó que deberían desocupar estos predios porque son del municipio y los han invadido.

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