Vendaval azotó la Ciudad Señora y causó daños

Redacción Buga

El Periódico

Hacia las 4:30 de la tarde del pasado lunes 7 de julio, un aguacero acompañado de fuertes vientos huracanados causó estragos en viviendas, zonas verdes, luminarias del servicio público e inundaciones de algunos barrios especialmente los del sector norte.

De acuerdo al reporte entregado por el Benemérito Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Buga, los daños se registraron en una casa de habitación de la calle 19 con nomenclatura 12 – 64 del barrio Fuen Mayor, donde la sala de esta vivienda quedó desprotegida al caer sobre los enseres todo el peso de un tejado, que por fortuna no causó lesiones en los habitantes de ésta, pero que les deja al descubierto y a la intemperie precisamente cuando inicia la temporada invernal.

En el caso de los barrios del costado occidental de Buga como Paloblano, Albores de San Juanito,  Valle Real y San José de las Palmas, resultaron afectados por los fuertes vientos que golpearon las zonas verdes, de igual manera el desbordamiento de acequias que cruzan por esta geografía y que anegaron  las viviendas.

Lo mismo sucedió en el norte de Buga con las acequias que desbordaron sus aguas, al punto de colapsar las viviendas por cuanto se devolvía el agua por el sistema del alcantarillado; según el informe del área de acueducto y alcantarillado de Aguas de Buga, esto obedece al mal manejo que los moradores dan al barrido de las calles, arrojándolas a los sumideros de aguas lluvias y estas son las consecuencias. Desde luego, la empresa ha ejecutado con anticipación al fenómeno climático, la limpieza de los sumideros de los barrios del norte, pero se requiere de igual manera del compromiso de las gentes, señalaron en el área de acueducto y alcantarillado de aguas de Buga a cargo del Ingeniero Carlos Alberto Ramírez.

Entre tanto en otros sectores como la carrera 12 con calle 26 al norte de la ciudad, un techo en lámina con sus vigas, fue lanzado por el aire y quedó incrustado en un poste del alumbrado público; este techo estaba instalado en la terraza de un edificio de tres pisos, el cual quedó al descubierto por cuanto es de gran magnitud, con unas medidas aproximadas del techo de 7 metros de largo por 5 de ancho, lo suficiente como para causar estragos de haber caído a las viviendas cercanas.

No se salvó tejado en lámina que fuera levantado por la furia de los vientos huracanados, como sucedió en la calle 17 con carrera 16, donde el techo se desplomó.

Los arboles también llevaron la peor parte, es el caso de la glorieta de La  Ventura donde se rindieron ante la fuerza del viento y el golpe de la lluvia que arreció sobre la Ciudad Señora por espacio de hora y media, donde todo parecía como si tendiera a desaparecer ante la voluntad de la naturaleza, indicaron quienes pudieron presenciar este suceso climático.

Esto debe dejar entre los bugueños una buena lesión, cual es la de estar atentos a las recomendaciones que se dan por parte de los organismos de socorro,  de las entidades ambientales quienes frecuentemente dan a conocer la proximidad de estos fenómenos que pueden afectar las comunidades especialmente, y de igual manera para que cuiden de no arrojar basuras a los ríos, acequias, afluentes hídricos y los sumideros de agua lluvia, ya que no dejan espacio para que el agua haga su tránsito y es allí donde se presentan los represamientos del agua con las consecuencias ya denotadas el lunes anterior con las inundaciones.