11.17.2015

Crisis bomberil en atención de incendios forestales, unido a afectación del ecosistema

Redacción Buga
El Periódico

Con la atención de 102 incendios, pérdida en cerca de mil hectáreas de bosque húmedo, afectación a las comunidades de la zona rural alta en el sector del Topacio, Las Juntas, Las Delgaditas y El Salado, el benemérito cuerpo de Bomberos Voluntarios de Buga, se logró atender la emergencia que por el fenómeno del niño se registró en el municipio. Este fue el balance entregado por el comandante de la Institución bomberil, Capitán Harold Humberto Álzate Tejada, durante rueda de prensa con los medios de comunicación en un balance de las acciones concentradas en materia de atención a riesgos forestales, donde queda demostrado el compromiso de cada una de las unidades bomberiles, especialmente de las instaladas en la estación forestal La Magdalena, con la reacción oportuna.
La situación que se registra en Buga no sólo obedece al fenómeno climático con el intenso verano, también por los incendios forestales, que son constantes y hasta el momento se tiene un reporte de varias familias que están sin agua porque las tuberías que conducen el líquido quedaron totalmente calcinadas y por ello han quedado sin el preciado líquido.

La situación en La Ciudad Señora es igual de preocupante a los cuerpos de Bomberos de otras regiones del país, donde los recursos económicos se agotan y no cuentan con abundante capital para atender estas emergencias, pues se requiere de combustible permanente para la movilización de los vehículos; unido a ello, la alimentación para proveer las unidades bomberiles que atienden las emergencias, proporcionar lo básico para los campamentos que deben instalarse en las apartadas zonas y así continuar con las acciones de sofocar las llamas; se requiere de una fuerte logística que demanda recursos económicos, con los cuales  no se cuenta en las arcas de este cuerpo de socorro en Buga, a esto se suma la pérdida de pastizales pues el ganado no tiene qué comer y los cultivos se han acabado. 
Uno de los temas de triste actualidad durante el verano son los incendios forestales. Su impacto ecológico es muy superior a lo que se ve a simple vista y sobrepasa incluso las áreas afectadas. “La destrucción de biodiversidad, el aumento de la desertificación o la disminución de la calidad de las aguas y la atmósfera, son algunas de las consecuencias negativas posteriores a un incendio. La recuperación de los bosques afectados, si es que se consigue, puede llevar décadas”, dijo el comandante de Bomberos Buga.

Los costes económicos de un incendio forestal son considerables. La madera y sus productos derivados, desde papel hasta combustible, y los productos alimenticios de la zona, ya no pueden aprovecharse. El ecosistema pierde su atractivo para las actividades de ocio y turismo. Las labores de regeneración de las zonas afectadas suponen un gran desembolso económico que no siempre se ve recompensado. 

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