BUGA - Una nueva cava se puso en funcionamiento en la morgue municipal de Buga desde la semana pasada cuando concluyeron los trabajos de instalación, reemplazando así la antigua que ya había prestado unos veinte años de servicio y además de eso era pequeña para el área que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Buga cubre, que son los municipios de Darién, Ginebra, Guacarí, Restrepo y Yotoco.
La consecución de esta cava se logró a través de la gestión ante la regional del Instituto de Medicina Legal del Valle del doctor Julio Cesar Arroyabe, director de este instituto en Buga, que desde hacía ya varios meses venía trabajando para conseguir este objetivo, con el ánimo de prestar un mejor servicio a la comunidad y de paso darle modernidad a nuestra ciudad en este ramo, con proyección al futuro, pues la nevera tiene capacidad para 23 cuerpos y se prevé una duración que podría prestar sus servicios unos treinta años. Pero las gestiones del doctor Arroyabe no paran allí también, se encuentra realizando ciertos acercamientos con la administración municipal, con el objetivo de construir lo que técnicamente llaman una trampa de grasas, su construcción permitirá que los desechos de la sala de necropsias no vayan a parar a las corrientes de aguas del municipio, evitando así la contaminación de estas, confiando en la buena voluntad de nuestro mandatario para que se construya lo más rápido posible este dispositivo que solo beneficios traerá a nuestra comunidad.
Podemos concluir así que este se constituye en un regalo que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses da a la ciudadanía y los municipios que de allí se sirven, dando así un trato más humano tanto a los dolientes como a los cuerpos que allí lleguen. Un paso más a seguir seria la construcción de una sala de espera donde los dolientes puedan permanecer hasta que les sean entregados los cuerpos de sus familiares fallecidos, pues las inclemencias del sol y el agua hacen muchas veces más difícil moral y físicamente estas esperas.
La consecución de esta cava se logró a través de la gestión ante la regional del Instituto de Medicina Legal del Valle del doctor Julio Cesar Arroyabe, director de este instituto en Buga, que desde hacía ya varios meses venía trabajando para conseguir este objetivo, con el ánimo de prestar un mejor servicio a la comunidad y de paso darle modernidad a nuestra ciudad en este ramo, con proyección al futuro, pues la nevera tiene capacidad para 23 cuerpos y se prevé una duración que podría prestar sus servicios unos treinta años. Pero las gestiones del doctor Arroyabe no paran allí también, se encuentra realizando ciertos acercamientos con la administración municipal, con el objetivo de construir lo que técnicamente llaman una trampa de grasas, su construcción permitirá que los desechos de la sala de necropsias no vayan a parar a las corrientes de aguas del municipio, evitando así la contaminación de estas, confiando en la buena voluntad de nuestro mandatario para que se construya lo más rápido posible este dispositivo que solo beneficios traerá a nuestra comunidad.
Podemos concluir así que este se constituye en un regalo que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses da a la ciudadanía y los municipios que de allí se sirven, dando así un trato más humano tanto a los dolientes como a los cuerpos que allí lleguen. Un paso más a seguir seria la construcción de una sala de espera donde los dolientes puedan permanecer hasta que les sean entregados los cuerpos de sus familiares fallecidos, pues las inclemencias del sol y el agua hacen muchas veces más difícil moral y físicamente estas esperas.