3.17.2014

Techo del Teatrino de la sede Joaquín C. Torres, sin dolientes

Redacción Buga
El Periódico

Próximo a completar un mes el daño en el techo del Teatrino de la sede educativa Joaquín C. Torres, del barrio Santa Bárbara en Buga, debido a un fuerte vendaval que se registró una tarde llevándose consigo parte del tejado en eternit que cubría este escenario. Por fortuna los estudiantes de la jornada diurna se encontraban en las aulas de clase, porque de lo contrario, el riesgo habría sido fatal, indicaron los docentes del plantel educativo, quienes se muestran preocupados por la ausencia y despreocupación en reparar estos daños ocasionados por el fenómeno climático.
El riesgo es cada vez mayor por cuanto ante la presencia de las lluvias, los estudiantes buscan refugiarse en este sitio olvidando de momento los daños; es allí donde se pone de manifiesto la falta del escenario para que los niños en las jornadas de la mañana y la tarde, continúen la recreación, el encuentro entre amigos y el sano esparcimiento, sin ocupar los pasillos de la escuela; desafortunadamente, deben retornar a las aulas de clase antes de terminar el descanso por falta del sitio frecuentado y, ahora, mirar con la preocupación de una inocencia, que no comprende los errores de los mayores, quienes les niegan la posibilidad de poner a volar su imaginación.
Lo peor es que en este plantel educativo como en otro tanto de su orden en Buga, no se cuenta con sitios estratégicos para que la población estudiantil pueda jugar y recrearse sin obstaculizar las actividades cotidianas.
Manifiesta el cuerpo de docentes y directivos, que hasta el momento no se ha hecho presente ningún funcionario del gobierno municipal para constatar la magnitud del problema, lo que indica que para nada les interesa lo que sucede  con  la comunidad educativa; esto recae directamente en el Secretario de Educación, en los jefes de núcleo, los supervisores educativos y demás funcionarios que se olvidan que en algún momento de sus vidas, también estuvieron en igualdad de condiciones como ellos, pero a diferencia, que los estudiantes de la Joaquín Camilo Torres, tienen que convivir con los múltiples inconvenientes de la vieja edificación ante la indiferencia de la clase dirigente.
Unido a los niños y jóvenes de la jornada diurna, se encuentran los estudiantes del Colegio Cooperativo Obrero del Valle, quienes no han podido volver a las clases de folklore para la preparación del baile, ante las festividades próximas a realizarse del festival de danzas icono de la cultura de Buga y del Valle del Cauca.
Según lo presupuestado, el arreglo del daño no supera el millón de pesos, pero  tal parece que con la jornada electoral se escudan en la famosa ley de garantías para evadir responsabilidades por parte del gobierno municipal. Los padres de familia han manifestado no querer continuar enviando sus hijos al plantel educativo para evitar los riesgos que  acarrea el deterioro del tejado del escenario cultural o Teatrino.
Sólo esperan que al terminar las elecciones, puedan encontrar eco positivo a las múltiples solicitudes de la comunidad educativa de la sede Joaquín Camilo Torres y Colegio Cooperativo Obrero del Valle en el bachillerato nocturno.

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