2.21.2011

Con píe derecho programa desayunos escolares

Redacción Buga
El Periódico

El propósito del programa es garantizar la alimentación de los estudiantes desde primaria hasta noveno de bachillerato por todo el calendario escolar. Se contrató a través de la firma “Fundasuperior”, 8.500 cupos por un valor de $ 1´036 millones, 175 días calendario escolar, es decir, entre el 8 de febrero y el 9 de diciembre de 2.011.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF apoya el programa cubriendo 6.987 cupos, especialmente niños y niñas de primaria.
“Igual hambre tiene un niño de primaria que su hermanito de bachillerato”, resaltó el alcalde que en los últimos años ha garantizado la alimentación de los escolares.
En el 2.010, la administración asumió el valor total de los desayunos, para 20.000 estudiantes, comprometiendo recursos por el orden de los $ 1.400 millones, como se recordará, el mandatario de los bugueños cambió el Cemento por Alimento, bajo la premisa de brindar calidad de vida y procesos saludables a la población estudiantil, esquema este unido a la gratuidad de la educación, evitando la deserción escolar en el municipio de Buga, como quiera que sea, se debe mantener la certificación obtenida en la administración anterior, el gobierno departamental apoyó la mitad de los cupos escolares.
El gobierno fija pautas para asignación de aportes de la nación destinados a dotación y funcionamiento de restaurantes escolares, bajo responsabilidad del Ministerio de Educación Nacional.
En tal sentido la Ley 715 en su Artículo 2, Parágrafo 2, reglamenta que “del total de recursos que conforman el Sistema General de Participaciones, previamente se deducirá cada año un monto equivalente al 4% de dichos recursos”, del cual, en su distribución, le corresponde un aporte del
“0.5% a los distritos y municipios para programas de alimentación escolar.”
Mientras que esta misma Ley en el artículo 76, numeral 17 especifica que: “Corresponde a los distritos y municipios garantizar el servicio de restaurante para los estudiantes de su jurisdicción, en desarrollo de esta competencia deberán adelantar programas de alimentación escolar con los recursos descontados para tal fin, sin detrimento de los que destina el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a este tipo de programas u otras agencias públicas.”
Fue por tal razón y como lo estipula esta Ley, que la Administraron Municipal en cabeza del doctor Freddy Hernando Libreros Henao, asumió en su totalidad el valor del programa Desayunos Escolares en este municipio, conocedor de los beneficios que este proporciona a las comunidades estudiantiles del sector oficial, lo que ha sido laureado por el gobierno nacional y departamental, de ahí que para este calendario escolar, se espera que el compromiso sea Tripartita y no unitario como ha acontecido en otros años.
Una adecuada nutrición y buena salud en los primeros años de vida, posibilita el desarrollo físico como el de habilidades y competencias necesarias para el aprendizaje escolar:
Todo tipo de crecimiento conlleva desarrollo a nivel funcional del organismo.
Los niños presentan grandes cambios físicos y psicológicos y su actividad se intensifica en la vida escolar.
Por las actividades y el proceso de crecimiento y desarrollo, aunque lento, es continuo, el niño tiene necesidad continua de alimentos.
La malnutrición y las carencias de micronutrientes como el hierro, pueden acarrear efectos nocivos sobre la capacidad de atención, concentración y aprendizaje de conceptos durante la primera infancia.
El escolar cuyos nutrientes no satisfacen sus necesidades fisiológicas básicas, verá probablemente disminuido su proceso de aprendizaje y el rendimiento escolar.
El hambre es un factor que influye negativamente sobre el proceso de atención y la concentración.
Todas funciones cerebrales, se han vinculado con el buen desayuno, con una adecuada alimentación. Estudios han demostrado cómo el consumo de los alimentos en la primera comida del día, ayuda a los niños a pensar con rapidez, prestar atención y comunicarse en forma apropiada con el entorno.
Un niño que concurre al ámbito escolar sin desayunar o que no ha consumido los alimentos requeridos, tiene dificultades de concentración y memoria.

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