Redacción BugaEl Periódico
Con motivo de la segunda ola invernal en curso y el fenómeno de "La Niña" que se avecina, el Gerente de la E.S.E, Hospital Divino Niño de Guadalajara de Buga, médico Alberto Herney Campo González, nuevamente invitó a ciudadanía bugueña para que prevengan enfermedades tropicales como el dengue, trasmitida por la picadura de la hembra del zancudo Aedes Aegypti, que ocasiona complicaciones al organismos y puede desencadenar hasta la muerte en cuestión de horas, razón por la cual recuerda los cuidados que se deben de tener para eliminar los criaderos del zancudo, como son:
Depósitos de agua limpia o casi limpia estancada y destapada; Tanques bajos y lavaderos, sumideros de aguas lluvias; Llantas, floreros, materas, ollas a la intemperie, cáscaras de huevo y de frutas; Huecos en los árboles o guaduas, piscinas descuidadas, piletas y fuentes.
Por otra parte el gerente de la E.S.E, hizo un llamado a la ciudadanía tanto de la zona urbana, como rural, para que tengan en cuenta que un tratamiento a tiempo puede salvarles la vida y si tiene los siguientes síntomas, acuda de inmediato al médico.
Fiebre alta, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, dolor en los músculos, posibles brotes en la piel, posibles hemorragias por encías, nariz, piel y/o vagina, vómito o deposiciones con sangre. El Dengue es una enfermedad causada por un virus (existen cuatro serotipos) y transmitidas por zancudo (vector) del género Aedes, pero a manera de librar de culpa al zancudo, para que éste ocasione la enfermedad debe estar infectado con el virus, sólo las hembras pueden ser infectadas y obviamente pueden infectar, las personas infectadas pueden, a su vez, infectar a los mosquitos desde el día de la aparición de los síntomas hasta los 5 – 6 días después del comienzo de los mismos y sólo para añadir, el mosquito puede transmitir el virus a su descendencia. También es considerada como la más importante enfermedad viral humana transmitida por vectores artrópodos, es una enfermedad viral reemergente y emergente a escala mundial y según estimaciones por año se reportan 50 a 100 millones de casos de dengue clásico y algo de 250 000 a 500 000 de dengue hemorrágico en el mundo.
A modo de historia: la primera epidemia ocurrió en el siglo XVIII en Grecia, sin embargo el reporte más antiguo como enfermedad data de la Enciclopedia China de Síntomas de las Enfermedades y Remedios, publicada por primera vez durante la Dinastía Chin (256 – 420 D.C.).
El dengue tipo hemorrágico se descubrió en el sudeste asiático en 1.960 después de que Manila, Filipinas, Bangkok, Tailandia fueran azotadas por una epidemia de este tipo. En América Latina, Cuba lleva la mención de ser el primer país que combatió a la enfermedad. Todos los sectores están inmiscuidos a solucionar el problema, desde el sector salud al legislativo obviamente el que debe encabezar las acciones es el de salud que debe realizar campañas de lucha vectorial, vigilancia epidemiológica para la detección temprana de los brotes y la capacitación del personal médico para lograr el diagnóstico oportuno y certero. Pero, no todo la culpa cae en el gobierno de turno, también está en nosotros; cuántos de nosotros se preocupa de tapar sus depósitos de agua, desinfectar periódicamente estos depósitos, de desechar los inservibles, etc. Aunque a pesar que la participación comunitaria es un elemento clave en la lucha contra el dengue, es difícil que una comunidad pobre que son las más afectadas, que no posee buenos niveles educativos se preocupe por el control del vector, cuando está más preocupada por llevarse algo a la boca y alimentar a los suyos.
Depósitos de agua limpia o casi limpia estancada y destapada; Tanques bajos y lavaderos, sumideros de aguas lluvias; Llantas, floreros, materas, ollas a la intemperie, cáscaras de huevo y de frutas; Huecos en los árboles o guaduas, piscinas descuidadas, piletas y fuentes.
Por otra parte el gerente de la E.S.E, hizo un llamado a la ciudadanía tanto de la zona urbana, como rural, para que tengan en cuenta que un tratamiento a tiempo puede salvarles la vida y si tiene los siguientes síntomas, acuda de inmediato al médico.
Fiebre alta, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, dolor en los músculos, posibles brotes en la piel, posibles hemorragias por encías, nariz, piel y/o vagina, vómito o deposiciones con sangre. El Dengue es una enfermedad causada por un virus (existen cuatro serotipos) y transmitidas por zancudo (vector) del género Aedes, pero a manera de librar de culpa al zancudo, para que éste ocasione la enfermedad debe estar infectado con el virus, sólo las hembras pueden ser infectadas y obviamente pueden infectar, las personas infectadas pueden, a su vez, infectar a los mosquitos desde el día de la aparición de los síntomas hasta los 5 – 6 días después del comienzo de los mismos y sólo para añadir, el mosquito puede transmitir el virus a su descendencia. También es considerada como la más importante enfermedad viral humana transmitida por vectores artrópodos, es una enfermedad viral reemergente y emergente a escala mundial y según estimaciones por año se reportan 50 a 100 millones de casos de dengue clásico y algo de 250 000 a 500 000 de dengue hemorrágico en el mundo.
A modo de historia: la primera epidemia ocurrió en el siglo XVIII en Grecia, sin embargo el reporte más antiguo como enfermedad data de la Enciclopedia China de Síntomas de las Enfermedades y Remedios, publicada por primera vez durante la Dinastía Chin (256 – 420 D.C.).
El dengue tipo hemorrágico se descubrió en el sudeste asiático en 1.960 después de que Manila, Filipinas, Bangkok, Tailandia fueran azotadas por una epidemia de este tipo. En América Latina, Cuba lleva la mención de ser el primer país que combatió a la enfermedad. Todos los sectores están inmiscuidos a solucionar el problema, desde el sector salud al legislativo obviamente el que debe encabezar las acciones es el de salud que debe realizar campañas de lucha vectorial, vigilancia epidemiológica para la detección temprana de los brotes y la capacitación del personal médico para lograr el diagnóstico oportuno y certero. Pero, no todo la culpa cae en el gobierno de turno, también está en nosotros; cuántos de nosotros se preocupa de tapar sus depósitos de agua, desinfectar periódicamente estos depósitos, de desechar los inservibles, etc. Aunque a pesar que la participación comunitaria es un elemento clave en la lucha contra el dengue, es difícil que una comunidad pobre que son las más afectadas, que no posee buenos niveles educativos se preocupe por el control del vector, cuando está más preocupada por llevarse algo a la boca y alimentar a los suyos.
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