10.21.2013

Habitantes de calle y abuelos desamparados deambulan sin rumbo

Redacción Buga
El Periódico

Entre las personas que deambulan por las calles de la Ciudad Señora y que se dedican al consumo de alcohol y alucinógenos, se detectaron 438 personas, de las cuales y de acuerdo a una caracterización adelantada recientemente se estableció que sólo 70 son oriundos de Buga representando el 16% de la población indigente y habitante de calle.
En lo que va corrido del año, se ha logrado identificar 30 nuevas personas en esta situación, lo que tiene muy preocupadas a las autoridades de la Ciudad Señora.
Lo que se busca ahora es que a través del trabajo entre varias instituciones del municipio se logre que estas personas regresen al seno de sus hogares y puedan ser incluidas en programas de rehabilitación, reinserción social, familiar y laboral.
Lo que se debe hacer en esta caso para contrarrestar esta problemática es crear conciencia entre la comunidad a través de campañas pedagógicas para que no sé de limosna en las calles; unido al tema social en la ciudad existen alrededor de unos 156 adultos mayores en calidad de indigencia, esta es una problemática que obedece a la falta de conformación de la familia, la gente a veces prefiere no hacerse cargo de sus viejitos y los manda a la calle.
Es de destacar que en el  hogar del mendigo San Lorenzo, existe una población de 32 ancianos internos entre hombres y mujeres de la calle, a su vez 45 personas sin hogar ni afecto que llegan a almorzar y a desayunar.
Entre las causas que se han podido identificar del porqué estas personas habitan en la calle, está el abandono al que han sido sometidos por parte de sus familias y el desempleo al ser consideradas personas ancianas e inútiles. El problema de la indigencia en la tercera edad se ha originado desde hace mucho tiempo y siempre se ha tenido la concepción de que los ancianos son personas muy difíciles de manejar o de llevar debido a su estado de vejez.
Por lo tanto, la indigencia en la tercera edad es una situación de abandono, marginación social y desempleo que viven los adultos mayores con discapacidades específicas frente a la sociedad, que carecen de vivienda adecuada, de ingresos propios y que viven en una situación de pobreza.
Esto los conduce a buscar otros espacios donde según ellos puedan demostrarse y demostrar que pueden valerse por sí mismos a través de métodos no muy dignos y adecuados para su edad, entre los más notorios la mendicidad y la indigencia.
En Buga, el gobierno local, con el apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se debe buscar una solución integral de tal manera que se conozca la real situación de la indigencia en la ciudad, identificarlos plenamente, saber su origen, descubrir sus capacidades, recluir a quienes así lo ameriten en instituciones de rehabilitación apropiadas, con el fin de devolverlos sanos a la sociedad y convertirlos en personas útiles y productivas.
Hay que hacer un esfuerzo considerable para recuperar la dignidad de la persona, porque de todas maneras, tuvieron un tiempo de plena lucidez y nadie sabe por qué cayeron en tan deplorable situación de incapacidad para convivir en sociedad.
Hay que preguntarse si tienen hijos, familia, parientes; si permanecen solos, porque estamos seguros que nadie cae en tal situación porque quiere, porque lo desea, sino que algún problema tuvo en su niñez, juventud o de adulto.
Y seguramente a través de estas acciones  no sólo se promueve una sociedad más justa, sino que también se previene que muchas otras personas jóvenes y adultos, caigan en tan aberrante situación que parece inmanejable a simple vista, pero que solamente han tratado de solucionar con pañitos de agua tibia y no han atacado la raíz del problema.


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