Redacción Buga
El Periódico
Con cientos de metros cúbicos de madera almacenados en las sedes de la CVC, la Dirección General ha buscado la manera de que este material sea destinado a un bien común, por eso se establecieron convenios con algunas administraciones municipales.
El trabajo de vigilancia y control que realizan en conjunto la Policía Nacional y la CVC en los diferentes puestos de control de las carreteras del Valle del Cauca para que todo el material maderable sea de procedencia legal y cuente con sus respectivos salvoconductos, es una estrategia para evitar que los traficantes de los recursos naturales hagan daño a nuestra biodiversidad
A pesar de todo esto, algunas personas insisten en hacer daños ambientales; por esto, en algunas sedes de la Corporación existe madera producto de los decomisos definitivos por la ilegalidad de su procedencia, y para que no se deteriore con el tiempo la CVC desarrolla convenio con algunas administraciones municipales para darle un uso social.
El ingeniero Diego Padilla Zuluaga, Director territorial de la Dirección Ambiental Regional, DAR, Centro Sur de las CVC en Buga, indicó que “esto es un crimen ecológico que está castigado en la ley y que desafortunadamente la gente sigue arriesgándose a hacer el daño para obtener un lucro personal momentáneo, es más el daño que la plata que ellos se ganan por esto”.
La DAR Centro Sur con sede en Buga tiene listo todo el procedimiento para hacer entrega de este material forestal a los ocho municipios de su jurisdicción y poder contribuir a una obra social con este material que es el resultado de un delito ambiental.
“En primera instancia nosotros tenemos el apoyo de los municipios dónde nos informan sobre situaciones ambientales como posible talas o quemas; hacemos la verificación, vamos a los sitios y hacemos las incautaciones pertinentes, levantamos las medidas preventivas, se llama a descargos a la gente y una vez se surta todo este proceso jurídico se hace la terminación mediante la legalización o decomiso definitivo como se llama técnicamente”, puntualizó Padilla Zuluaga.
La CVC hace la entrega de esa madera decomisada a las alcaldías, pero ejerce un proceso de control sobre los trabajos que las administraciones municipales desarrollan con ella. Según los profesionales de la Corporación, los alcaldes la han solicitado para realizar diversas actividades en sus municipios; en el caso de Buga, se van a reparar unos puentes de la zona rural media y el encerramiento de la escombrera municipal.
Una vez se termine la entrega por parte del municipio a su población, la CVC tendrá un supervisor en cada sitio con el fin de garantizar que esté debidamente legalizado el uso que se le dio a la madera.
La destrucción de los bosques afecta a las especies faunísticas que allí habitan, pero también afecta a los seres humanos porque la falta de cobertura boscosa afecta la producción de agua, recurso vital para el hombre.
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