2.22.2016

La Laguna de Sonso, un ecosistema olvidado por la CVC


La laguna se encuentra en proceso de extinción debido a graves modificaciones en su ecosistema, los cuales son: las causas naturales como la sedimentación y la proliferación que está acabando con los niveles de profundidad del cuerpo de agua; las generadas por el hombre como: la fumigación de los cultivos vía aérea, causando la contaminación de sus aguas y perturbando el hábitat de las aves, especies invasoras Buchón de agua, Hormiga loca, Rana toro.

Redacción especial:
Alberto Marino Castillo Patiño
El Periódico

En el año 1981 Carlos Alfredo Cabal, lideró una de las mayores manifestaciones que se han realizado en torno al medio ambiente en Colombia, más de 30.000 personas caminaron por la salvación de la Laguna de Sonso; increíblemente 35 años después este ecosistema, uno de los más importantes del país, parece estar condenado a desaparecer bajo la mirada indolente de las diferentes instituciones encargadas de velar por el medio ambiente en la nación.
Se concluye fácilmente cuál es la política de esta entidad del Estado vallecaucano frente a esta zona de reserva natural, ¿se imaginan qué pensarán los visitantes nacionales y extranjeros que visitan esta instalación de la CVC?

Las amenazas de la laguna de Sonso:
La Rana Toro, un depredador de la laguna de Sonso: la Rana catesbeiana, denominada Rana Toro o Bramadora por su característico canto grave, forma poblaciones densas y tiene un alto poder reproductivo. Una hembra puede llegar a producir hasta quinientos mil huevos dos veces al año.
Este anfibio de actividad diurna y nocturna, habita en ambientes muy variados y la gran diversidad de su dieta lo convierten en un poderoso depredador, tanto así que a donde llega puede causar extinciones locales por ingestión de especies nativas como sucedió en California, Estados Unidos.
En el año de 1986, la Rana Toro fue introducida a Colombia proveniente del Brasil para llevar a cabo proyectos de zoocría por la Corporación Autónoma de Caldas; la Universidad de Caldas fue la encargada de realizar las investigaciones de reproducción y producción.
Posteriormente se hizo un convenio con el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA,  de la ciudad de Buga, localizada en el departamento del Valle del Cauca, para estudiar la parte alimentaria y productiva del individuo. En 1990 el Inderena demostró que existía un alto riesgo si este animal se  escapaba al medio natural por su agresividad y voracidad. Esta entidad expidió entonces la resolución número 0042 del año 91, donde se prohibió criar la especie en Colombia y se ordenó sacrificar los especímenes de Caldas y Buga, pero ya era demasiado tarde.
En 1992 se reportó la Rana Toro en el medio natural en Cundinamarca, Tolima y Caldas y en 1994, cerca de Mediacanoa, zona aledaña a la Laguna de Sonso, en el Valle del Cauca. Conscientes de lo que esto significaba, el Ministerio del Medio Ambiente propuso iniciar una investigación para conocer su dispersión en el Departamento y medir los impactos del animal en la región.
A inicios de 1997, el Laboratorio de Herpetologia de la Universidad del Valle y la CVC iniciaron el estudio.
De acuerdo con la investigación se encontró que en la Laguna de Sonso y zonas aledañas a la ciudad de Buga se encuentran las poblaciones más densas del anfibio. Su rápida dispersión se ha visto favorecida por la presencia de humedales en la zona, que corresponden principalmente a madreviejas, reservorios de agua y amplias redes de canales de riego. Igualmente el desplazamiento de masas flotantes de vegetación acuática, a través del río Cauca, facilita su distribución, pues éste es el sitio preferido por las ranas para poner sus huevos.

El buchón asfixia la laguna:
Peligros del buchón: La proliferación del buchón afecta la vida de los organismos piscícolas y vegetativos, porque bloquean la luz solar e impiden el desarrollo de organismos no vegetales.
Su extensión va creando materia orgánica que dentro del cumplimiento de su ciclo va generando condiciones anóxicas (ausencias de oxigeno) eutroficación de las aguas, con incremento progresivo de materia orgánica.
Del espejo de agua de 745 hectáreas sólo se alcanza a ver, acaso, el 30 %. ¿La razón? está cubierta por el buchón de agua, esa maleza acuática que en pocas cantidades aumenta el nivel de oxígeno del agua, pero en grandes cantidades se convierte en una amenaza mortal para los peces.
Voceros de la corporación Agua de Sonso, que agrupa a pescadores y miembros de las comunidades vecinas, indicaron que a pesar de las jornadas de limpieza que han adelantado durante los últimos años, ha sido imposible parar la reproducción del vegetal.

Taponamiento de los caños o pontones:
El calvario de la Laguna de Sonso comenzó en 1965, cuando el Ministerio de Obras Públicas inició la construcción de la carretera Buga-Loboguerrero-Buenaventura, sin tener en cuenta los efectos ambientales.
Los trabajos taponaron cinco caños que la intercomunicaban con el río Cauca y permitían la recepción de niveles considerables de agua, que mantenían su flujo de crecimiento y desecación de manera regular.

La sedimentación en el ecosistema:
Otra de las situaciones que agobia a pescadores y residentes de la zona es el nivel de sedimentación de la laguna. “Desde el 2008 aumentó la cantidad de sedimento, lo que ha impactado su capacidad hidráulica. Si después de El Niño llueve a cántaros, podría haber una inundación peor que la que ocurrió en el 2011, cuando estuvo en su apogeo el fenómeno de la Niña”, indicaron los moradores de la región.


GEWEB