4.28.2014

La satélite, la joya de la arquitectura bugueña

Especial para El Periódico por:
Alberto Marino Castillo Patiño
Apoyo periodístico e investigativo:
Walter Cano.

Sin duda alguna, Buga fue la madre de un ingenio de la arquitectura y restaurador de importantes obras en Colombia, se trata de Diego Salcedo Salcedo, reconocido Arquitecto, intelectual y el más sapiente hombre de la historia local; en su manos estuvieron un sinnúmero de construcciones de obras y restauración de importantes sitios emblemáticos de la ciudad como el Palacio de Justicia y La Catedral de San Pedro Apóstol, entre otras; a él debemos el diseño de la plaza de mercado Satélite, que fue su tesis de grado en la universidad, tomando como referente grandes obras de la arquitectura  de Brasil que era el centro del apogeo moderno de construcción en el mundo durante los años 40 y 50 .
Hacia la mitad del siglo XX,  las construcciones en Colombia dieron un giro trascendental y adoptan  el nuevo modelo, Buga no fue ajeno a ello gracias a los conocimientos traídos por el joven arquitecto  Diego Salcedo. Es así que los dirigentes de turno ven la necesidad de crear nuevas alternativas de ciudad en Buga.
Mediante decreto de la alcaldía  municipal número 61 del 7 de septiembre de 1957, se ordena la construcción de una galería Satélite  en la ciudad, muchos se preguntarán  ¿por qué el alcalde ordenaba la obra y no el Concejo?; la respuesta era lógica y sencilla, para este año  existía una Junta Militar  del Gobierno de la República, quien por decreto 0155 del 31 de julio de 1957 había suspendido las reuniones de los concejos administrativos municipales y autorizaba a los alcaldes para realizar actos sin aprobación del cabildo.
El 16 de enero de 1958  se expide el decreto No 3, por parte del alcalde  mayor Efrén Cabal Martínez, quien destinó un lote  para la construcción de un mercado satélite en Buga; dicho lote  era un terreno ejido comprendido por el oriente por la carrera 14, occidente la carrera 14 bis, al norte la calle 18 y al sur con la calle 17, la financiación y administración  correrían por cuenta de las empresas municipales, quien para este año manejaba el acueducto, teléfonos, reforestación, el teatro, la plaza de mercado y el turismo de la ciudad. El decreto  fue avalado por la Gobernación mediante resolución No 105 del 21 de enero de 1958, fungía por este entonces como alcalde de Buga Gonzalo Salcedo S. y como gerente de las empresas municipales Luís Eduardo Azcárate Martínez.
Los dineros utilizados para dicha construcción fueron prestados sin pago de intereses a las empresas municipales por la gobernación del Valle, mediante contrato 4431 del 6 de septiembre de 1957, los cuales ascendían a la suma de quinientos mil pesos ($500.000.oo).
El presupuesto presentado para la construcción por parte de la firma Rivera & Salcedo  arquitectos, fue de $ 324.333.96, aunque analizados los documentos que reposan en el archivo municipal, existía otra cotización por la misma firma por un valor menor de $ 254.495.52.
La adjudicación de la administración y construcción de la obra fue uno de los primeros tropiezos y líos administrativos e indignación de uno de los proponentes, mientras  el arquitecto caleño Fernando Rivera Concha cotizaba por la suma de $12.443.75 para que le adjudicaran la obra, el hijo e ilustre bugueño Diego Salcedo estimó que dicha suma era de $16.002.07.
Mediante resolución 141 del 10 de diciembre de 1958, se adjudicó la obra al arquitecto Fernando Rivera Concha, lo que generó una gran polémica y carta de protesta al gerente y junta directiva de las empresas municipales, de parte de Salcedo Salcedo, fechada el 17 de diciembre de 1958, que entre otras cosas dice: “Se nota el flaco servicio que a la moralidad profesional y social prestan con tan peregrino criterio”; por otra parte, el arquitecto Salcedo afirmaba que si aceptaban la propuesta del Arquitecto Rivera, estaban aceptando también el presupuesto que para la obra él había elaborado y que este era más costoso que el presentado por Salcedo.
El 30 de diciembre de 1958 el gerente de las empresas Municipales Luís Eduardo Azcárate  firma contrato para la construcción de la obra, con el arquitecto Fernando Rivera Concha y se estima un plazo de 6 meses para la entrega de la obra.
Le correspondió a la contraloría municipal emitir el concepto sobre dicho contrato y dedujo que entre los dos arquitectos proponentes en la ejecución de los presupuestos, sólo se atuvieron para la adjudicación del contrato, el menor costo del valor de los honorarios de dirección de la obra y no el presupuesto total de la misma, por lo tanto declaraba  desierto el concurso abierto entre Rivera Concha y Salcedo Salcedo, y ordenaba anular la licitación.
Finalmente fue al Contralor Departamental Reinaldo Carvajal Bejarano, a quien le correspondió dirimir esta situación y el 4 de mayo de 1959 conceptuó favorable sobre el contrato asignado a Rivera Concha.
Se inician los trabajos bajo la interventora del Ingeniero Humberto Patiño y un sinnúmero de obreros e ingenieros que serían finalmente los que le dieron forma y vida a una de las más importantes joyas arquitectónicas de la era contemporánea en Colombia.
Si nos preguntamos hoy quien construyó la plaza de mercado “La Satélite” de Buga, diríamos que no sólo fue el arquitecto Rivera Concha, sino los verdaderos constructores que con sus conocimientos y manos nos dejaron una obra de arte para los bugueños; los obreros que realizaron todos y cada uno de los trabajos de construcción, albañilería,  eléctricos, hidráulicos, pintura y demás, entre ellos están: José  Arturo Guzmán, Emilio Millán, Roberto Rodríguez, Pedro Nel Hernández, Evangelista Rengifo, Víctor Manuel Ramírez, Mario Osorio, Luis E. Daza, Hildebrando Lemus,  Moisés Grajales, Julio Edgar Luna, Gumersindo Lugo, Alfonso González, Guillermo Villa, José Vicente Azcárate, José María Perea, German A. Cuestas, Héctor González, Gonzalo Díaz, Juan de J. Parada, Epifanio Villegas, entre otros.
Los trabajos de relleno fueron hechos por el Ingeniero  Abel Gutiérrez Londoño; la obra negra de preliminares, excavación, cimientos, formaletas, muros de contención, desagües, antepisos, fundiciones, enchapados y obras finales por Servando Barrera.
Los materiales como la cal apagada  fueron traídas de Vijes, los materiales de ferretería del Almacén Popular de Tuluá, la metalurgia  del almacén Juval de Cali, la construcción de las puertas de madera, que en la actualidad no existen, estuvieron a cargo de Ángel Antonio Cedano; las redes eléctricas a cargo de Manuel Cruz Gallón; las instalaciones hidráulicas por parte de Luís Carlos Daza; los pisos construidos por Segundo Rojas, la elaboración de las canastillas para los puestos de frutas, al señor Mario Rodas y la pintura a cargo de Alberto Cardozo.
Debido a la inclemencia del , se autorizó la ampliación del tiempo en dos meses para la entrega de la obra, la cual se produjo formalmente el 27 de enero de 1960.


GEWEB