Parque del barrio La Honda en busca de verdaderos líderes

Los árboles y, colectivamente el bosque urbano, son bienes importantes que requieren cuidado y mantenimiento al igual que otras propiedades públicas. Los árboles trabajan para nosotros 24 horas todos los días para mejorar nuestro ambiente y nuestra calidad de vida. 

Sin árboles, la ciudad es un paisaje estéril de concreto, ladrillo, acero y asfalto. Imagínese su pueblo sin árboles. ¿Sería un lugar donde a usted le gustaría vivir? Los árboles hacen a las comunidades habitables para la gente. Los árboles añaden belleza y crean un ambiente beneficioso para nuestra salud.

Redacción Buga

El Periódico

La reforestación urbana y de la comunidad puede marcar una diferencia en nuestras vidas. Cada uno de nosotros puede hacer una contribución personal. A medida que desarrollamos y aplicamos nuevas tecnologías para vivir mejor, muchas veces los efectos secundarios afectan adversamente nuestro ambiente natural.

Los problemas de contaminación del aire son mayores y el paisaje está significativamente alterado, reduciendo los beneficios de salud disponibles para nosotros cuando tenemos acceso a áreas boscosas y áreas verdes abiertas. 

Los árboles ayudan a resolver estos problemas. En la actualidad el 75% de nosotros vive en ciudades, y podemos actuar individualmente para mejorar nuestro ambiente natural sembrando y manteniendo árboles en nuestras calles y apoyando programas de reforestación en la comunidad.

En este sentido, los habitantes del barrio La Honda al norte de Buga, se encuentran disgustados por la manera apresurada, según ellos, con que un líder comunal del sector conllevó a que se demolieran los muros, cancha de futbol y ornamentaciónn con el argumento que lo intervendrían inmediatamente por parte del gobierno local. Ante este anuncio, algunos  moradores se mostraron  complacientes inicialmente, pero lo que no sabían era que los recursos económicos no existían aún para esta remodelación, de hecho, dichos trabajos están contemplados en el plan de desarrollo municipal, pero se requiere de la consecución del presupuesto para tal fin.

Ahora y después de casi tres meses de la demolición, inician las quejas, angustias e inconformidades de la comunidad al no contar con al menos los muros que se tenían para sentarse a descansar en las tardes, las noches y los fines de semana, luego de las jornadas de trabajo y estudio.

Angustiados por el desorden que se encuentra el que fuera el parque de descanso, han elevado una serie de peticiones a la Administración Municipal para que les adecúe este sitio lo más pronto posible, pero se han encontrado con un inconveniente y es la falta de recursos, lo que al parecer siempre fue del conocimiento del líder comunal y aun así no lo socializó con la gente, sometiendo el parque al abandono quien sabe hasta cuándo.

Pero el problema del barrio con el parque no cesa allí, en el recorrido investigativo que hiciera el equipo periodístico del Semanario El Periódico, se pudo conocer que entre la misma comunidad existen diferencias de conceptos y opiniones con respecto a la Junta de Acción Comunal, lo que está causando una abertura social, de convivencia y comunitaria con efectos negativos, por lo que resulta conveniente erradicar en primer paso esto para entrar a buscar la solución inmediata al apresuramiento del líder comunal.

Algunos habitantes que se acercaron al equipo periodístico manifestaron el querer conformar un comité pro remodelación del parque sin que se contemple la cancha de futbol y sólo quede como sitio de encuentro, descanso y tertuliadero para continuar con el proceso de integración y de comunidad; de darse esta opción, el municipio estará en las condiciones de jalonar unos recursos que en menor cuantía permitan la realización de estos trabajos, y que las canchas, las obras y las que se realicen sean de calidad y perdurables; en cuanto a la recreación de los niños y los jóvenes, se cuenta con dos escenarios gratuitos como el Polideportivo del norte y el parque recreacional El Jardín ubicados a corta distancia del barrio La Honda, se pudo conocer.

Los árboles son bienes mayores en las ciudades y pueblos de Colombia. Así como las calles, las aceras, los alcantarillados, los edificios públicos y las facilidades recreativas son parte de la infraestructura de una comunidad, los árboles en la propiedad pública también lo son.