1.20.2014

Un poste con cámara de seguridad instalado en mal sitio

Redacción Buga
El Periódico

Un poste de concreto que soporta en la parte alta una cámara de seguridad en Buga, se ha convertido en un dolor de cabeza para los transeúntes.
Se trata del elemento instalado en el cruce de la calle 21 con carrera 9a al norte de Buga, el cual se encuentra sobre la parte final del alerón del andén y que al cruzar los vehículos pesados por allí se recuestan sobre el poste y lo están deteriorando en la base, generando rápidamente la caída del mismo y los consiguientes problemas.
Las múltiples quejas son repetitivas por parte de los afectados moradores del sector, quienes han peticionado a la Secretaría de Gobierno para que replantee la reubicación del sistema de seguridad en el separador vial en el tramo de la calle 21 entre carreras octava y novena o en un sitio del entorno, pero que no arriesgue la seguridad como actualmente se presenta.
Pero al respecto de deterioro de postes con cámaras de seguridad y de alumbrado público, estos abundan en Buga, es el caso del ubicado para el alumbrado público en la calle 21 con carrera 1AN del barrio Aures, cuya base  esta corroída y somete la mole de cemento con derribarse, peligrando la vida de quienes en el desafortunado momento transiten por allí.
Pero allí no para el malestar del postitis agudo en Buga, sobre la carrera 11 con calle 24 al norte, también un poste de alumbrado público arriesga con venirse al piso.
Estos elementos, que tal pareciera no se le hace inventario, revisión o mantenimiento alguno, también parecen estar cansados de la inoperancia por parte de las entidades quienes con su labor gratuita, permiten saciar las arcas financieras de las empresas prestadoras del servicio.
Se requiere entonces del compromiso ciudadano, de ejemplarizantes y comprometidos funcionarios que busquen el bien común y no solamente esperen la llegada de los recaudos para engordar sus finanzas, sin ninguna clase de inversión en su plataforma de trabajo externo.
Y la verdad es que estos postes deben soportar el tire y afloje de las redes eléctricas, de la telefonía fija y de la televisión por suscripción, con un pesado rumazo de cables que cualquier elemento por fuerte que sea, declina ante lo tirante de los cables.
En pleno siglo 21, deberían los gobernantes incluir en sus programas de gobierno la subterranización de este maremágnum de cables con el concurso y participación financiera de las empresas prestadoras de servicios que se benefician de los postes del alumbrado público y el espacio público aéreo sin pagar por ello.
Pero la verdad, esto requiere de la voluntad administrativa del Ejecutivo, que con mano infranqueable se deje permear de las voluntades de las empresas receptoras de dineros por conceptos varios.


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