11.24.2014

RECORDANDO LA HISTORIA: Buga, la colonial, histórica y de enamoramientos arquitectónicos

Redacción especial: 
Alberto Marino Castillo Patiño
El Periódico

La historia de las comunidades prehispánicas que habitaron la región se ha podido reconstruir a partir de los relatos y crónicas de los conquistadores que participaron en las huestes de conquista como Pedro Cieza de León, Jorge Robledo y de los cronistas Joan de Castellanos, Fray Jerónimo de Escobar, Francisco Guillén Chaparro, etc. y el trabajo de Tulio Enrique Tascón sobre la historia de la Conquista y Colonia de Buga. Según ellos, el valle geográfico del río Cauca estaba habitado por una gran variedad de grupos o sociedades que fueron agrupadas en unidades político-administrativas denominadas “Provincias”, las cuales, a su vez, contenían los “Pueblos de Indios” o “Cacicazgos”. 

Héctor Llanos Vargas, Tulio Enrique Tascón y Juan Friede, hacen suponer que hacia el momento de contacto español, en las zonas de las provincias de Popayán probablemente debió existir una población de unas 300.000 personas sin contar los niños y los ancianos. Esta población posiblemente estuvo distribuida en las provincias de Cali, alto Chocó, Buga y Cartago.
Según Tulio Enrique Tascón: puede afirmarse que en 1539 cuando Pizarro señalaba los límites de Cali, no existía ninguna ciudad que llevase el nombre de Buga; se conoció así, desde los primeros días de la Conquista, con el nombre de Valle de Buga a las llanuras que baña al Cauca y que quedan a la banda oriental de ese rio, quizá el Marqués Don Francisco Pizarro, al hablar de Buga quiso designar con este nombre la nación o sierra de los Pijaos.
La palabra Buga es de origen Caribe ya que se le ha encontrado en el Istmo de Panamá, en el nombre de un pueblo Bugabá que quiere decir “lugar de la lanza”. Finalmente, Guadalajara de Buga fue el nombre que los españoles dieron a la ciudad que fundaron en la cordillera Central por orden del gobernador de Popayán, Don Luis de Guzmán, y en memoria de la patria de éste, que era Guadalajara de España. Luego, cuando el gobernador Don Álvaro de Mendoza Carvajal, trasladó la ciudad al Valle del Cauca, la denominó Guadalajara de la Victoria, pero prevaleció el nombre de Buga.
Los relatos acerca del nombre de Buga permiten concluir que las comunidades prehispánicas que habitaron esta provincia tuvieron denominaciones diferentes y que el nombre de Buga es producto de la asignación que los españoles dieron a las tribus destruidas y sometidas en la empresa de conquista.
El área de dispersión geográfica de esta provincia, según Rodríguez C., ocupaba 10.000 km²; el límite sur ha debido de ser el río Amaime puesto que en Palmira aparece material cerámico típico de la cultura Quebrada Seca contemporánea con Buga.
El río Cauca sirvió de frontera occidental, pero sólo en su parte media; a partir aproximadamente de Bolívar, yacimientos Bugas se encuentran sobre ambas márgenes; son también comunes los sitios Bugas en toda la región del rio Las Vueltas, mientras que el límite divisorio de aguas de la cordillera central parece haber servido de frontera oriental.
Guadalajara de Buga, posee un patrimonio arquitectónico e histórico digno de conocerse, tiene cuatro Bienes de Interés Cultural - BIC - declarados por el Ministerio de Cultura como de ámbito nacional:
1. El sector histórico que presenta una serie de inmuebles de valor patrimonial, y el cual fue declarado por la Ley 163 de 1959; 2. La Antigua Estación del Ferrocarril; 3. El Teatro Municipal; y 4. La Casa de Hacienda “La Julia”.
Otros de sus monumentos más representativos son las edificaciones de carácter religioso como la Catedral de San Pedro Apóstol (iglesia matriz), la Capilla de San Francisco, la Iglesia de Santo Domingo, la Capilla de la Merced y la Iglesia de Santa Bárbara. También cuenta con edificaciones de los siglos XVI, XVII y XVIII, como Los Portales de Fuenmayor, El Palacio de Justicia, la Casa Luis Velásquez de Rengifo o de la familia Zabala y antiguas casonas que evidencian las tipologías arquitectónicas de la época colonial y republicana.
La ciudad de Buga tiene un encanto que a veces pasa desapercibido para quienes viven en ella, mas no para el que llega a conocerla por primera vez, pues se deleitan caminando por sus calles.

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