1.13.2015

Edificio Los Portales, nuevamente invadido por los durmientes

Resulta entonces conveniente que se revisen las normas, las leyes, los acuerdos o todo aquello que exista y que esté amarrando los procedimientos para que se ejerza un control estricto en el ingreso de estas personas procedentes de otras localidades del Valle y de Colombia, donde tras del Santuario del Señor de los Milagros, se pegan ellos para el rebusque y quedarse viviendo en nuestras calles.

Redacción Buga
El Periódico

Nuevamente se ve la ocupación del pasillo del edificio Los Portales de la carrera 14 entre calles 6 y 7 en Buga, luego de un trabajo articulado entre el gobierno municipal, la policía, personería, Bomberos Voluntarios y los vendedores del parque Cabal, muchos de los que fueron inquilinos retornaron a su  sitio predilecto para dormir en las noches.
Luego de la denuncia que se hiciera en anteriores ediciones del semanario El Periódico, acerca de la situación de desaseo en la que los llamados habitantes de calle tenían el corredor del edificio Los Portales de Buga, las autoridades municipales activaron un plan de choque a fin de erradicar este flagelo que se había apoderado de tan emblemático sitio. Así fue como el pasado lunes en horas de la noche, que un grupo de personas de la Secretaría de Gobierno, Ornato y Embellecimiento, Salud, Policía, con el acompañamiento del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, adelantaron un programa de limpieza, desinfección y aseo total en el pasillo del edificio Los Portales, donde se encontraron rastros de comida, grasa, sangre, materia fecal, además de una cantidad de ropa sucia y en mal estado que fueron retiradas por los funcionarios de salud.
Durante el operativo de limpieza se realizó un censo de las personas que allí pernotan, y se logró identificar que la mayoría son foráneos que al  indicarles que se les daban los recursos para el transporte, ropa, comida, para que retornaran a sus sitios de origen, manifestaron no querer hacerlo por cuanto aquí en Buga se encuentran muy bien, toda vez que les dan dinero, comida, ropa y viven tranquilamente aun hasta para consumir lo que les place.
Lo triste es que este edificio se encuentra en la zona histórica de Buga, que hace parte del programa pueblos patrimonio histórico y turístico del país, pero al que no prestamos la atención debida; por eso hoy está convertido en un sitio que desagrada por los malos olores, por su desaseo y en general por su abandono total.
Si se analiza con detenimiento los programas sociales que tiene el gobierno municipal para la atención a la población de calle, los recursos no alcanzan ni para atender los nuestros que por diversas razones se han tirado a esta vida, o que por la indiferencia de la misma familia y sociedad, han recurrido al refugio en las calles; mucho menos se cuenta con un esquema que permita la atención a cuanta persona proviene de otros municipios contribuyendo negativamente con el problema social que ya se tiene en Buga.

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