7.18.2016

Pocos productos, elevados costos y disminución de compradores en el mercado campesino


Fuertes latigazos a la deteriorada economía familiar en las clases menos pudientes, se vienen dando por el paro nacional de camioneros que al cierre de esta edición periodística completa 7 semanas.

Es el caso del mercado comunitario campesino del parque La Revolución de Buga, el que también ha sido duramente flagelado por cuanto la falta de transporte afecta la libre movilización y comercialización de los productos agrícolas.

Los vendedores, en su mayoría que provienen de zonas rurales apartadas de Buga y de municipios del Valle y cercanos a esta ciudad, han indicado que de continuar esta situación se verán abocados a dejar de vender los productos por estos sectores, dado que por la problemática, el costo del transporte no permite la venta a precios bajos y módicos, encareciendo la canasta familiar.
Recorrer el pasillo principal de la calle 12 entre 2 y 3 del barrio La Revolución en Buga, donde se concentra un buen número de productores rurales a comercializar sus cosechas, ya no tiene el mismo atractivo de otrora; por cuanto la escasez de productos y los altos costos, no permite llevar las cantidades suficientes para las despensas de sus hogares.
Sin lugar a dudas el alza que por este motivo genera el precio final de los productos, deja notar que el racionamiento de alimentos a la hora de servir la mesa, estará de primero, así lo han manifestado las amas de casa quienes no logran llenar en muchas ocasiones sus canastos, porque el presupuesto es limitado y apenas alcanza para unas cuantas compras.
Y qué decir de quienes procedentes del puerto de Buenaventura, llegaban a estos toldos como el de la Revolución a vender frutos denominados afrodisiacos como el Chontaduro, pues la pepa ya ni vender barata se puede, ni tampoco acompañarla de miel de abeja o de lechera, toda vez que hay que subirle el precio a la bolsa además de mermar la cantidad de chontaduros e incrementar el valor final, lo que no se logra, ya que los compradores “no aguantan este corrientazo tan bravo”, indican.

Así pues, la papa que antes se obtenía económicamente, ahora está por el orden de los 1.500 pesos la libra, la cebolla larga está en $ 4.000 la libra, el tomate registra un precio por libra de $ 2.500, el plátano se consigue entre $ 700 y $ 900 la unidad, y la cebolla cabezona no baja de los $ 2.000 la libra.

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