12.01.2014

Líder comunal del María Luisa solicita parque en adopción

Destacada solicitud del presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio María Luisa de la Espada, en busca de apadrinar un parque en Buga, y que se encuentre en este populoso sector al norte.
De acuerdo a lo manifestado por el adalid comunal José Manuel Bejarano, la pretensión se basa en que ellos como representantes de las comunidades deben liderar procesos de inclusión social y afines que permitan el sano esparcimiento, la recreación, el deporte, la ocupación del tiempo libre en actividades sanas, entre otras, y como este barrio no cuenta con un parque en su entorno, elevan la solicitud a quien corresponda a nivel municipal, de tal manera que se gesten las acciones de entrega en apadrinamiento bien sea el parque del ITA o de María Luisa de la Espada que hace parte del mobiliario urbano del barrio Popular.
Hace pocos años (1996) y con gran impacto a nivel mundial, se celebró en Estambul un Congreso Mundial, el Hábitat II, sobre los asentamientos humanos; uno de los aspectos que se tocaron en casi todas las comunicaciones fue el de “la calidad de vida en las ciudades”, en efecto, la ciudad de Buga ha crecido pero no se ha mantenido una proporción equilibrada entre áreas libres y áreas edificadas por lo que se ha llegado a una gran contradicción, la carencia de áreas y zonas verdes en la ciudad es notoria; cuando constituyen las mayores necesidades de los habitantes de esta urbe.
Si bien en cierto que existen sitios para el sano esparcimiento, también es de tener en cuenta que la población  del barrio María Luisa de la Espada es numerosa, siendo los niños y jóvenes en gran porcentaje, por ello es de suma importancia contar con estos escenarios rodeados de naturaleza que permitan la oxigenación y espacios para el descanso luego de las actividades de rutina diaria.
Esta petición se fundamenta de acuerdo a lo manifestado por el  dignatario comunal Bejarano en el marco del proyecto denominado Plan de Vida, que lidera la JAC del barrio María Luisa de la Espada, se destaca la adopción de dos parques.
Desde hace años este modelo ha entrado en crisis y ha sido esta crisis profunda de la ciudad, del urbanismo actual, con sus extraordinarios cotas de degradación, quien nos ha obligado a pensar en el valor que tienen los elementos naturales presentes en las áreas urbanas. En los últimos años, al no encontrarlo en la ciudad, miles de personas se han lanzado a explorar los hábitats y espacios naturales del entorno inmediato. 

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