12.01.2014

Recordando la Historia: La historia de dos siniestros aéreos que no olvidan los colombianos

El avión, un Boeing 727-21 con matrícula HK-1803 había sido comprado por Avianca a PanAm en 1975 (Matrícula N326PA con Pan Am). 
El 27 de noviembre de 1989 el avión realizaba un vuelo programado entre el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá y el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, que presta sus servicios a Santiago de Cali. A las 7:11 a.m. la aeronave despegó. 5 minutos después, a 13.000 pies de altura, la bomba explotó, encendiendo a su vez vapores de combustible de uno de los tanques del avión, provocando una segunda explosión que desintegró el avión. Los restos de la aeronave cayeron cerca del municipio de Soacha. Ninguna persona a bordo sobrevivió y tres personas murieron en tierra producto de la caída de los restos de la aeronave. Murió también el cantante de música colombiana Gerardo Arellano y dos ciudadanos norteamericanos.
Debido a la magnitud de la destrucción de la aeronave al número de muertos en el vuelo que era el total de los pasajeros del avión y a rastros del explosivo C-4 se determinó que fue un atentado terrorista. El día del atentado, el terrorista vestido como ejecutivo acompañado de un muchacho conocido como “El Suizo” (colombianismo del hampa que hace alusión a alguien engañado para ser un “Suicida”) llevaba la bomba, escondida en el maletín, al ser llevada por registro de rayos X no se detectó nada anormal. Tras abordar el avión ambos dejaron el maletín bajo su silla asignada, cerca de los motores. El terrorista argumentaba ante el “Suizo” que el maletín tenía una grabadora para grabar dos supuestos delatores del Cartel, ignorando que el botón del maletín activaba el explosivo que contenía. Inadvertidamente el terrorista abandonó la aeronave y al muchacho hasta que minutos después el joven (al parecer de 17 años) activó inocentemente la bomba que puso fin al vuelo y a sus pasajeros.

El Cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar, fue el responsable del atentado. Su objetivo, al parecer, era César Gaviria quien no tomó el vuelo, aunque también se ha manejado la hipótesis de que el atentado iba dirigido contra un antiguo miembro del propio Cartel de Medellín que habría de testificar en Estados Unidos o probablemente contra dos testaferros del rival Cartel de Cali. Otra versión dada afirma que se trató de una venganza por la muerte de Mario Henao, el cuñado de Escobar, ocurrida cuatro días antes del atentado en la operación Cocorná, dado que dicho golpe no solo afectó a Escobar por la parte familiar sino que afectó sus finanzas en el Magdalena Medio, las cuales eran controladas por el mismo Mario Henao y su primo Hernán Darío Henao alias “HH”. Sin embargo, existe una tercera hipótesis. La cual habla que el atentado iba dirigido en contra de los hermanos Miguel Ángel Rodríguez Orejuela y Gilberto Rodríguez Orejuela, líderes del Cartel de Cali; quienes al parecer, tomarían el vuelo, con destino a la ciudad de Cali y, eran los enemigos acérrimos de Pablo Emilio Escobar Gaviria.
El American Airlines que cubría la ruta Miami-Cali, costó la vida a 159 pasajeros en Buga Valle

Los investigadores colombianos de la Aeronáutica Civil concluyeron que la causa del accidente fue que los tripulantes a cargo del vuelo de la aerolínea estadounidense no ejecutaron correctamente en la computadora su aproximación a la pista de aterrizaje, no se dieron cuenta de la situación, y no recurrieron a la navegación básica por radio al encontrarse con datos confundidos sobre su ubicación.
A las 9:51 p.m. del 20 de diciembre de 1995 un Boeing 757 de American Airlines que venía de Miami a Cali se estrelló en el cerro San José, en zona montañosa de Buga. Murieron 151 pasajeros y la tripulación, compuesta por 8 miembros.
El Boeing 757 de American Airlines se dirigía a Cali el 20 de diciembre pasado cuando repentinamente se desvió de su trayecto de vuelo y se estrelló contra una montaña, pereciendo 159 de las 163 personas a bordo.
El piloto Nicholas Tafuri, de 57 años, había efectuado a menudo ese vuelo, pero al producirse el accidente el aparato estaba a cargo del primer oficial Don Williams, de 39 años, que aunque era un piloto experimentado hacía su primera aproximación a Cali.
El controlador Nelson Rivera Ramírez dijo a los investigadores que creía que había dado el visto bueno para que el avión aterrizara en Cali, pasando sobre una señal radial en Tuluá, unos 90 kilómetros al norte.

LA TRIPULACIÓN:
La falla humana que, según los peritos, causó el accidente, fue de una de las tripulaciones más experimentadas de American Airlines. 
El capitán del avión, Nicholas Tafuri, tenía 57 años y era uno de los pilotos con mayor recorrido de la aerolínea. Sus diez mil horas de vuelo —de ellas, dos mil en el aparato siniestrado—, lo confirmaban. Estuvo vinculado a la empresa desde 1969. 
El primer oficial, Don Williams, tenía 39 años y sobrepasaba las seis mil horas de rutina aeronáutica. 
Junto a ellos murieron seis auxiliares de vuelo colombianos. Gilberto Restrepo, al que llamaban ‘El Paisa’, era uno de ellos. Tenía 48 años y llevaba veinte desempeñando su cargo en la empresa. 
Dos meses antes del accidente había sido condecorado por ser uno de los miembros más antiguos de American Airlines. 
Los demás eran: Rosa Cabrejo, de 43 años y 23 de experiencia en el aire (era la supervisora de los auxiliares). Teresa Delgado, Pedro Pablo Calle, Magdalena Borrero y Maggie Villalobos. 
Los miembros de ese equipo llevaban casi 18 años trabajando juntos, por lo que lo llamaban el de ‘Los veteranos’. 
A comienzos de diciembre los seis compañeros habían pedido a las directivas de American Airlines que después del 965 no les programaran más vuelos.

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