Redacción Buga
El Periódico
Lina María Ramírez, de 17 años de edad, recién graduada de bachiller del Gimnasio Central del Valle de Buga, vio reflejados los resultados del estudio y la disciplina, cuando el pasado domingo, en la final nacional, quedó entre los 33 mejores del país ocupando el tercer puesto en la categoría Biología del grado once.
La Ministra de Educación, Gina Parody, dijo que con estas pruebas, así sean voluntarias, se están midiendo los estándares de la calidad en la educación en Colombia.
Lina María Ramírez, se graduó en junio de bachiller de uno de los colegios privados de Buga con mayor tradición en la excelencia académica: el Colegio Diocesano Gimnasio Central del Valle.
Ella dice que siempre le ha ido bien en las ciencias naturales y que fueron los profesores Juan Carlos Quintero y Hoover Vargas, quienes la motivaron a presentarse en las pruebas. En sus propias palabras indicó: “pensé abandonar, porque ya había terminado el bachillerato y estaba en las vueltas para ingresar a la universidad, pero el profesor Hoover me dijo que ya estaba entre los mejores de la región, que siguiera el proceso y hoy quedé de tercera a nivel nacional en mi categoría”.
La joven pasó en ingeniería ambiental en la Universidad del Valle, gracias a su buen desempeño escolar.
Otro de los vallecaucanos exaltados por su desempeño académico fue César Augusto Campo Estupiñán, el niño bonaverense de diez años de edad que participó en las pruebas de matemáticas; indicó que para él no es extraño quedar en los primeros lugares en cuanto al rendimiento escolar, pues al finalizar la primaria fue destacado en el Instituto Comercial del Pacífico – Incodelpa -, se ganó el premio a la excelencia de la básica primaria.
Sus profesores lo describen como un alumno dedicado y comprometido, por ello no es una casualidad que haya resultado entre los mejores, si en las notas del colegio esa asignatura la ganó con la máxima calificación, de cinco.
En el Instituto Comercial del Pacífico – Incodelpa - se les enseña a los estudiantes que las matemáticas no son un dolor de cabeza, éstas son fundamentales para razonar y para la vida en general, indican los docentes que estuvieron acompañando el proceso en Bogotá.
Mónica Estupiñán, mamá de César, dejó conocer que el resultado obedece a la dedicación que el niño puso, practicó bastante y estando en vacaciones sacrificó mucho de su tiempo.
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