12.15.2014

Fuentes hídricas siguen contaminadas

Redacción Buga
El Periódico

Buga trabaja en la conformación del consejo ambiental con la Universidad Javeriana, para ello representantes de Ong´s y entidades ambientales del municipio se capacitaron sobre los temas ambientales en la Ciudad 
Señora, todo le apunta a un diagnostico arrojado por un estudio sobre la contaminación de las fuentes hídricas.

Un diagnóstico realizado durante varios meses por las universidades del Valle y Nacional de Manizales, con el apoyo de instituciones como la CAR, DNP, FES y Asocaña, se aprecia, por ejemplo, que los recursos hídricos de Buga, especialmente el río Guadalajara, presentan problemas de contaminación como resultado de los vertimientos de aguas residuales, domésticas, industriales y agropecuarias.
A lo anterior se agrega la contaminación por aguas negras, ya que la red de alcantarillado que tiene el municipio está dividida en dos secciones: la sur y la norte.
Los desechos de la primera se vierten del río Guadalajara a la altura del puente de La Merced, en el bario del mismo nombre. Los desechos de la segunda sección son vertidos al río Cauca a través de la acequia Tiacuante que pasa por el costado sur del barrio Paloblanco; la acequia San Juanito, entre la prolongación de las calles 9a y 10a; y la acequia de la Cuarta que pasa entre la prolongación de la calle 5a. y la avenida Alejandro Cabal Pombo.
El uso de las aguas de estas acequias para riego puede producir problemas de salud tales como enfermedades bacterianas, virales, parasitarias y otras entre la población que tenga contacto directo con ellas.
En lo relacionado con la contaminación por aguas residuales industriales, el informe precisa que la alta proporción de empresas que procesan alimentos y bebidas, las cuales representan el 58 por ciento de las fábricas de la ciudad, hace concluir que el principal tipo de contaminación generado por estas sea orgánico.
En el diagnóstico ambiental se indica que los mayores focos de contaminación industrial se encuentran en las sedes de las grandes industrias, como los barrios San Juanito y Alejandro Cabal Pombo. Los vertimientos industriales en su mayoría al caer al sistema de alcantarillado no reciben tratamiento alguno ni están sujetos a control por lo cual es difícil establecer la magnitud del daño que producen.
Así mismo, se concluye que la zona rural de Buga es fundamentalmente agrícola y por tanto usuaria de herbicidas, insecticidas y plaguicidas en general así como de fertilizantes químicos. Por esta razón es posible que el río Guadalajara y las acequias que cruzan por el Valle hasta el río Cauca presenten niveles significativos de estos elementos.
Las minas de oro existentes en el sector montañoso, así como la extracción de arena de río, peña y gravilla constituyen igualmente un foco preocupante de contaminación hídrica. Estas actividades generan una apreciable carga sólida para el Guadalajara que, además de aumentar su turbidez, le restan capacidad al cauce favoreciendo eventuales inundaciones.
Un gran porcentaje de las personas que respondieron una encuesta realizada por los autores del estudio, calificaron de grave la contaminación de las fuentes de agua.
La marcada deforestación que ha sufrido la región ha favorecido el desarrollo de procesos de erosión hídrica superficial, especialmente en las colinas del oriente bugueño.
El diagnóstico concluye que los problemas encontrados exigen de una rápida y eficaz solución por parte de las autoridades municipales y de la CVC.

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