Arbitrariamente la DIAN pone en la palestra pública a pequeños comerciantes

Redacción Buga

El Periódico

Inexplicablemente los pequeños y medianos comerciantes de Guadalajara de Buga, vienen siendo objeto de toda clase de abusos por parte de la DIAN, con unas actuaciones que al parecer brotan de manera intrigante y mal intencionado con estos empresarios que por muchos años han buscado forjar su futuro, el de su familia y de muchas personas que desempeñan diversas labores en estas casas comerciales.

En diálogos sostenidos con el sector  comercial asediado por  la Dian, manifiestan que la visita que este ente fiscalizador realiza, no es amena como lo muestran en los comerciales que ellos irradian por los diferentes medios de comunicación, toda vez que lo vienen haciendo de manera inquisidora, fatigante y asfixiante, poniendo en entredicho la seriedad, responsabilidad y honorabilidad de los inversionistas, quienes en la mayoría de casos han tenido que hipotecar sus casas y algunas pertenencias ante las entidades bancarias, para poder acceder a créditos y de esta manera buscar que sus establecimientos comerciales afloren.

EL RIESGO PARA LA ECONOMIA LOCAL

Pero hay un detalle que en Guadalajara de Buga está poniendo en riesgo esta economía formal, que aporta al fisco municipal y nacional  y que desafortunadamente no existe ningún doliente por parte de alguna entidad del orden estatal que frene esta desbandada de  irregularidades que se están cometiendo con ellos.

Les cierran los negocios, les ponen unos sellos timadores que dicen “Cerrado por evasor”, generando entre los transeúntes, clientes y compradores, un aire de descontento que altera el normal desarrollo de la economía local.

Manifiestan y creemos en nuestros comerciantes, inversionistas y empresarios, que bajo ningún aspecto ellos han cometido irregularidad alguna, como por ejemplo, no tener a la mano una tirilla de facturación, la cual debe permanecer en custodia en una caja fuerte, o la tienen los contadores públicos o quienes les manejen las finanzas para evitar que estos documentos se extravíen.

Pequeños detalles de los que se pegan los funcionarios inquisidores de la DIAN, ponen al descubierto la asonada  que se fragua contra los pequeños y medianos comerciantes de Guadalajara de Buga, como si estuvieran a la orden de los pulpos y gigantes de la inversión que buscan llegar a esta ciudad imponiendo sus leyes, normas a su amaño y antojo.

SIN QUIEN LOS DEFIENDA

No cuentan con el apoyo, colaboración del gobierno municipal, el cual ni siquiera se da por enterado de lo que a sus alrededores se fragua, y si tienen conocimiento, se hacen los ciegos, sordos y mudos, para no actuar en defensa de  la economía que por muchos años ha tributado para que ellos como gobernantes puedan saciar sus ansias de Poder Ejecutivo, que con sus aportes contribuyen a la inversión de todo orden, para que puedan mantener un techo presupuestal y no pierda este municipio la categoría, por el despilfarro administrativo al que viene siendo sometido desde hace una década a la actualidad.

Pasan nuestros pequeños y medianos comerciantes desde mediados del año anterior y hasta el momento presente, por los dolorosos sin haber saboreado ni siquiera de los gloriosos que dicho sea, en Buga con esta clase de gobernantes,  llevan muchos años sin saborearlo.

DEFINICIÓN DE EVASIÓN FISCAL

Es una figura jurídica que consiste en no pagar de forma consciente y voluntaria algún impuesto establecido por la ley. Esta acción por la que el causante infringe la ley realizando el impago, puede tener grave consecuencias para la persona.

El Estado establece por ley el recaudo de ciertos tributos para el país y, por ello, no se puede evadir la contribución. La actividad gravada por el impuesto es realizada y ocultada al conocimiento de las autoridades tributarias y, para ello, utiliza métodos ilícitos para reducir la cantidad a pagar. Este tipo de evasión es ilegal y perseguida por la ley como delito penado.

Acción esta que contraria las actuaciones que vienen realizando los funcionarios de la DIAN Palmira, en su asonada contra los pequeños y medianos comerciantes bugueños en aras de favorecer intereses mezquinos de unos cuantos poderosos que buscan acorralar  a quienes han buscado mantener a flote la economía de la que en otrora fuera  una ciudad de gente pujante, trabajadora y cordial.