El Periódico
Lugar digno para que descansen en paz, en medio de la naturaleza, el canto de los pájaros y el silbido del viento, el sonido armónico del agua que hace su tránsito por el centro poblado de Guadalajara de Buga, es el campo en condiciones de un entorno natural para la mejor manera de agradecer a las mascotas su fidelidad y cariño, dándoles un verdadero entierro en un sitio adecuado, porque un miembro a quien se ha proporcionado todo el cariño y comprensión, se convierte en otro más de la familia, con el que compartimos momentos de calor familiar.
En Guadalajara de Buga, a prudente distancia del lecho del rio tutelar, se ha designado por algunas personas desconocidas por este medio de comunicación, de un sitio para dar sepultura a sus mascotas sean perros o gatos.
Se encuentra al finalizar la nueva vía por la Ciudadela Académico, siguiendo el pequeño bosque natural, donde se aprecian lápidas con descripciones alegóricas al cariño profesado a las mascotas; entre tanto, en otras se describen los nombres dados a las mascotas, como: Niko, Luna, Lucas, Kathy, Milu, Cuky, Lupita, entre otros.
Panteones adornados con flores ornamentales, lapidas en madera gravada con los nombres de la mascota e incluso acrósticos, separadas una de otra, en fosas de gran tamaño para evitar que el accionar del clima, la lluvia le arrastre la tierra y las deje al descubierto; por la forma como permanecen estas tumbas, se nota que les hacen permanente mantenimiento y limpieza, a pesar de ubicarse en un sitio que por muchos años fuera convertido en botadero de basuras.
Es en el barrio el Albergue de Buga donde se ubica este panteón que al parecer lleva buen tiempo, esto denota el cariño de sus tenedores por un ser que por mucho o poco tiempo compartió con la familia y en especial con los niños, quienes se encariñan con las llamadas mascotas o animales domésticos de compañía.