SENA invierte en la competitividad de su comunidad educativa

Redacción Buga
El Periódico

Mejorar los niveles de productividad de los trabajadores y la competitividad de la institución es el objetivo mediante el cual, el Centro Agropecuario del Sena en Buga, certificó por competencias laborales a su comunidad educativa, conformada por 138 instructores, trabajadores oficiales y personal administrativo.
“El programa de formación, evaluación y certificación por competencias laborales aumenta las posibilidades de inserción laboral de aquellas personas que no están vinculadas a una empresa o entidad, y a quienes lo están, les facilita el reconocimiento dentro de su propia organización para lograr ascensos y promoción en diferentes cargos operativos” expresó Sandra Palacios, líder del proceso de certificación de competencias del CAB.
La certificación fortalece la calidad del desempeño de los instructores, trabajadores oficiales y personal administrativo de la institución y los pone al día con las nuevas realidades técnicas, tecnológicas y pedagógicas que exige el mundo moderno de la producción y la formación para el trabajo. La entrega de certificados se llevó a cabo en el auditorio del CAB, donde se certificó en las normas de acuerdo con sus competencias laborales como:
210601010: Facilitar el servicio a los clientes internos y externos de acuerdo con las políticas de la organización.
270412016: Establecer cultivos según tipo de producto, requerimientos técnicos y normas de la agricultura ecológica.
270502007: Realizar labores de manejo en la producción de pollo de engorde, con el cumplimiento de procedimientos requeridos.
280201019: Tratar los residuos sólidos con base en parámetros técnico ambientales vigentes.
280201151: Cumplir las prácticas de salud y seguridad en los ambientes de trabajo de acuerdo con la normatividad vigente y los procedimientos establecidos.
290801024: Controlar puntos críticos en los procesos de producción según legislación vigente.
La certificación, que tiene una vigencia de cinco años, acredita que el trabajador posee las competencias requeridas para el desempeño de sus funciones productivas, independientemente de dónde, cuándo o cómo fueron adquiridas.