La calle treinta, convertida en sanitario de perros y gatos

Redacción Buga

El Periódico

La ley 746 del 19 de julio de 2002, es muy clara en cuanto a regular la tenencia de ejemplares caninos en las zonas urbanas y rurales del territorio nacional, con el fin de proteger la integridad de las personas, la salubridad pública y el bienestar del propio ejemplar canino.

El capítulo XIII nuevo habla de las contravenciones especiales con respecto a la tenencia de estos  ejemplares.

El Artículo 108-A reza: “La tenencia de ejemplares caninos en las viviendas urbanas y rurales requiere que las circunstancias de su alojamiento en el aspecto higiénico y sanitario, de alimentos y custodia, sean las adecuadas, y que no se produzca ninguna situación de peligro o incomodidad para los vecinos u otras personas en general, o para el propio animal”. Citamos la presente norma, para que los propietarios o tenedores de perros, gatos y mascotas la asimilen y eviten llevar estos animales a las zonas públicas como parques, vías públicas, andenes, separadores lineales, a hacer sus necesidades, dejando las heces en cualquier lado, generando suciedad, aspecto anti higiénico y sensación de oposición entre quienes  la pisan sin percatarse de estos restos en sitios de concentración ciudadana como los antes mencionados.

Esto se nota en las zonas verdes y parques lineales de los barrios del norte de Buga, donde los tenedores de mascotas domésticas, acostumbran llevarlos a que hagan sus necesidades en dichos sitios, opacando la convivencia ciudadana, además del malestar de inconformidad por parte de los padres de familia, quienes de manera especial, se dan cita a estos populares lugares para la recreación de los niños y el descanso de los adultos luego de culminar las labores diarias de trabajo.

No hay derecho para que los propietarios de perros y gatos utilicen hasta los parques, andenes y vías públicas como sanitarios para sus mascotas, sin que se dignen recoger las heces y depositarlas en un recipiente adecuado para ello.

La Avenida 4 de Marzo, de los estudiantes o comúnmente conocida como calle 30, es el lugar escogido por los tenedores y propietarios de mascotas  para que dejen  entre el césped sus heces, propiciando malos olores y ambiente desagradable, por lo que la ciudadanía adelanta llamados de atención para que no se sigan cometiendo dichas irregularidades.