En general los rituales en cualquier civilización, cultura y la mayoría de las religiones utilizan diferentes tipos de velas para dar comienzo o durante las ceremonias o rituales que realicen. El Fuego tiene su mucha vitalidad, por eso aporta energía al trabajo mágico, a la vez de que evoca una primitiva atracción hacia el poder de la luz para purificarse y protegerse del mal.
El Fuego en sí mismo es plena Luz, significa la iluminación espiritual y ayuda a armonizarnos con los estados más elevados de nuestra conciencia, además de que puede atraer a algunas entidades o espíritus.
En todo ritual las velas son de mucho significado, y tendrá que ver el color que elijamos. Cada uno de ellos vibra en relación con determinada cualidad mágica. Es de importancia también la cantidad de velas a utilizar y depende a su vez del ritual que se realice.
Rojo - Energía sexual, fuerza, valor. Naranja - Justicia, cambio de circunstancias, buenos pensamientos. Amarillo - Creatividad, comunicación. Verde - Abundancia, armonía, buena suerte, hogar. Azul - Curación, verdad, inspiración. Morado - Fuerza espiritual, capacidades físicas. Blanco - Pureza, devoción, paz. Rosado - Amor y amistad. Plata - Clarividencia, energías astrales. Oro - Prosperidad, posesiones y dinero. Marrón - Curación de animales. Negro - Olvido, liberación.
Utilización de las velas:
Podemos preparar las velas que se usan en los rituales. Se hace tomando un poco de aceite con la yema de los dedos y esparciéndolo del centro a los extremos de la vela, terminando por la base y el pabilo mientras se piensa en el fin mágico para el que se usará la vela. Lo importante es dejar que las velas ardan por completo, esto dará un sentido de cumplimiento y cierre del ritual o ceremonia; si tenemos que usar la vela para futuros rituales, no se debe apagar soplándola es mejor usar un apagavelas, o un vaso.