Redacción Buga
El Periódico
En la carrera 22ª número 1BN-13 del barrio Aures en inmediaciones a la avenida de los cauchos de Buga, se encuentra en medio de uno de tantos laberintos, la humilde casa propiedad de la señora Amparo Narváez Escobar, una mujer que desde hace 13 años cuenta con este único patrimonio, obtenido con el sudor producto del trabajo que desempeño con honradez, honestidad y cumplimiento en la casa del Doctor Silvio Acosta reconocido jurista de la ciudad, allí trabajo por espacio de 29 años, al fallecer el prestante político, jurista y líder de la comarca, la señora amparo fue contratada para trabajar como interna en labores de hogar con el doctor Sergio Lozada, donde estuvo durante 5 años, debió retirarse del trabajo debido a las dolencias que por su edad, fatiga física y cansancio le ganaron en ese momento la batalla.
Amparo Narváez, tiene una hija, con quien ha jalonado el humilde pero cariñoso hogar rodeado, de entendimiento amor y cordialidad.
Pero por cosas de la vida y que no se esperaba la familia Narváez Escobar, debieron acudir a un crédito bancario para cumplir con la Corporación de Ahorro y Vivienda las Villas para sanear una deuda que tenía con su casa, y desde ese momento empezó un duro trance para ellos.
Para que entiendan esta triste historia, nos remontaremos años atrás de lo sucedido.
Como recordarán en el año 1.970 que salió el sistema UPAC estando como Presidente de Colombia el Doctor Misael Pastrana Borrero, se manejó una estructura con el IPC, para el año 1.993 el presidente de esa época doctor Cesar Gaviria Trujillo quita a la formula matemática el UPAC é incluye la figura del DTF (Certificado de Depósito a Termino), por lo tanto la cuota del UPAC creció, quizá el doble o triple del incremento al salario de los colombianos, ese fue el momento donde se fracturo el sistema financiero en Colombia, ya que el cálculo del DTF es de acuerdo al movimiento financiero y esto afecta el valor inicialmente pactado para el pago de las cuotas en los compromisos con las entidades bancarias.
Recordemos que para el año 1.996 cuando hubo la crisis económica, la tasa de intereses llego al 56% en muchos casos, lo cual generó que la Corte Constitucional considerara que ese cálculo estaba mal hecho y debería replantearse la situación.
Todo este argumento para que entiendan que el Banco AV Villas que tomo la extinta Corporación de Ahorro y Vivienda las Villas, venia cobrando exageradas cuotas mensuales a la señora Amparo Narváez Escobar, conllevándola a un atraso que abrió las puertas a la entidad bancaria para un proceso de embargo del bien inmueble en mención.
Por fortuna y gracias a un amigo de la familia Narváez Escobar le contacto al abogado Harold Hernán Moreno, quien luego de conocer el caso adelantó las acciones de reparación necesaria y pertinente. El Juzgado Primero Civil de Guadalajara de Buga luego de conocer la información que como prueba adjuntó el profesional del derecho Harold Hernán Moreno, procedió detener el proceso de embargo y resolvió declarar probadas las excepciones de merito de "regulación ó perdida de intereses", "perdida de intereses cobrados en exceso y devolución al doble como sanción", "pago de la obligación", y "cobro de lo no debido por haber existido compensación".
En tal virtud, la Juez Primero Civil del Circuito de Guadalajara de Buga, en el numeral 4 de la decisión, condena la parte demandante a la pérdida total de los intereses que asciende a $11.505.374 pesos y a pagar otro tanto igual para un total de $23.010.748 pesos, según lo expuesto en la parte motiva, como sanción.
El fallo de la Juez indica en el numeral 5 que, se dispone para los valores señalados en el punto cuarto, sean abonados al crédito adeudado a Mayo 16 de 2.006 por valor de $8.421.015 pesos, seguidamente ordena a la parte demandante, en este caso AV VILLAS, devolver a la señora Amparo Narváez Escobar, en calidad de demandada, la suma de $19.751.011 pesos, teniendo en cuenta la motivación del fallo.
En el caso actuó la Doctora Beatriz Tofiño de Piedrahita como Juez Primero Civil del Circuito de Guadalajara de Buga, quien con alta sabiduría, sentido de responsabilidad y acatando las providencias jurídicas, falló a favor de esta humilde mujer, quien estuvo a puertas de quitarse la vida, ya que no tenia tranquilidad alguna, del solo hecho de pensar en cómo iba a pagar esa deuda, situación esta que desmejoro su condición de salud, por cuanto el Stress, angustia y falta de apetito le desequilibraron emocional y físicamente.
Es de recordar que el prestigioso abogado Harold Hernán Moreno, ha librado cerca de 40 casos en los que las entidades bancarias, con o sin conocimiento de las nuevas disposiciones jurídicas, continúan con los exagerados cobros a los clientes, conminándolos a la desestabilidad económica, moral social y hasta familiar, lo que en muchos casos ha generado la muerte de las personas que no soportaron el dolor de perder lo que con mucho esfuerzo obtuvieron para abrigar sus familias.
La señora Amparo Narváez Escobar, luego de conocer la determinación de la Juez, no pudo aguantar la alegría y derramo en llanto, y en medio del jolgorio por la noticia que llevó el doctor Moreno Cardona exclamó "Gracias Dios Mío salve mi casita, salve mi casita" y con su estilo particular, de humildad, sencillez, se arrodillo frente a su casa y mirando con ojos inmaculados, y una sonrisa contagiante renovó su fe al creador de la vida, a la vez que imploró para que las entidades bancarias actúen con corazón bondadoso frente a estos casos.
El Periódico
En la carrera 22ª número 1BN-13 del barrio Aures en inmediaciones a la avenida de los cauchos de Buga, se encuentra en medio de uno de tantos laberintos, la humilde casa propiedad de la señora Amparo Narváez Escobar, una mujer que desde hace 13 años cuenta con este único patrimonio, obtenido con el sudor producto del trabajo que desempeño con honradez, honestidad y cumplimiento en la casa del Doctor Silvio Acosta reconocido jurista de la ciudad, allí trabajo por espacio de 29 años, al fallecer el prestante político, jurista y líder de la comarca, la señora amparo fue contratada para trabajar como interna en labores de hogar con el doctor Sergio Lozada, donde estuvo durante 5 años, debió retirarse del trabajo debido a las dolencias que por su edad, fatiga física y cansancio le ganaron en ese momento la batalla.
Amparo Narváez, tiene una hija, con quien ha jalonado el humilde pero cariñoso hogar rodeado, de entendimiento amor y cordialidad.
Pero por cosas de la vida y que no se esperaba la familia Narváez Escobar, debieron acudir a un crédito bancario para cumplir con la Corporación de Ahorro y Vivienda las Villas para sanear una deuda que tenía con su casa, y desde ese momento empezó un duro trance para ellos.
Para que entiendan esta triste historia, nos remontaremos años atrás de lo sucedido.
Como recordarán en el año 1.970 que salió el sistema UPAC estando como Presidente de Colombia el Doctor Misael Pastrana Borrero, se manejó una estructura con el IPC, para el año 1.993 el presidente de esa época doctor Cesar Gaviria Trujillo quita a la formula matemática el UPAC é incluye la figura del DTF (Certificado de Depósito a Termino), por lo tanto la cuota del UPAC creció, quizá el doble o triple del incremento al salario de los colombianos, ese fue el momento donde se fracturo el sistema financiero en Colombia, ya que el cálculo del DTF es de acuerdo al movimiento financiero y esto afecta el valor inicialmente pactado para el pago de las cuotas en los compromisos con las entidades bancarias.
Recordemos que para el año 1.996 cuando hubo la crisis económica, la tasa de intereses llego al 56% en muchos casos, lo cual generó que la Corte Constitucional considerara que ese cálculo estaba mal hecho y debería replantearse la situación.
Todo este argumento para que entiendan que el Banco AV Villas que tomo la extinta Corporación de Ahorro y Vivienda las Villas, venia cobrando exageradas cuotas mensuales a la señora Amparo Narváez Escobar, conllevándola a un atraso que abrió las puertas a la entidad bancaria para un proceso de embargo del bien inmueble en mención.
Por fortuna y gracias a un amigo de la familia Narváez Escobar le contacto al abogado Harold Hernán Moreno, quien luego de conocer el caso adelantó las acciones de reparación necesaria y pertinente. El Juzgado Primero Civil de Guadalajara de Buga luego de conocer la información que como prueba adjuntó el profesional del derecho Harold Hernán Moreno, procedió detener el proceso de embargo y resolvió declarar probadas las excepciones de merito de "regulación ó perdida de intereses", "perdida de intereses cobrados en exceso y devolución al doble como sanción", "pago de la obligación", y "cobro de lo no debido por haber existido compensación".
En tal virtud, la Juez Primero Civil del Circuito de Guadalajara de Buga, en el numeral 4 de la decisión, condena la parte demandante a la pérdida total de los intereses que asciende a $11.505.374 pesos y a pagar otro tanto igual para un total de $23.010.748 pesos, según lo expuesto en la parte motiva, como sanción.
El fallo de la Juez indica en el numeral 5 que, se dispone para los valores señalados en el punto cuarto, sean abonados al crédito adeudado a Mayo 16 de 2.006 por valor de $8.421.015 pesos, seguidamente ordena a la parte demandante, en este caso AV VILLAS, devolver a la señora Amparo Narváez Escobar, en calidad de demandada, la suma de $19.751.011 pesos, teniendo en cuenta la motivación del fallo.
En el caso actuó la Doctora Beatriz Tofiño de Piedrahita como Juez Primero Civil del Circuito de Guadalajara de Buga, quien con alta sabiduría, sentido de responsabilidad y acatando las providencias jurídicas, falló a favor de esta humilde mujer, quien estuvo a puertas de quitarse la vida, ya que no tenia tranquilidad alguna, del solo hecho de pensar en cómo iba a pagar esa deuda, situación esta que desmejoro su condición de salud, por cuanto el Stress, angustia y falta de apetito le desequilibraron emocional y físicamente.
Es de recordar que el prestigioso abogado Harold Hernán Moreno, ha librado cerca de 40 casos en los que las entidades bancarias, con o sin conocimiento de las nuevas disposiciones jurídicas, continúan con los exagerados cobros a los clientes, conminándolos a la desestabilidad económica, moral social y hasta familiar, lo que en muchos casos ha generado la muerte de las personas que no soportaron el dolor de perder lo que con mucho esfuerzo obtuvieron para abrigar sus familias.
La señora Amparo Narváez Escobar, luego de conocer la determinación de la Juez, no pudo aguantar la alegría y derramo en llanto, y en medio del jolgorio por la noticia que llevó el doctor Moreno Cardona exclamó "Gracias Dios Mío salve mi casita, salve mi casita" y con su estilo particular, de humildad, sencillez, se arrodillo frente a su casa y mirando con ojos inmaculados, y una sonrisa contagiante renovó su fe al creador de la vida, a la vez que imploró para que las entidades bancarias actúen con corazón bondadoso frente a estos casos.