
Los estudios realizados por el Club de Astronomía de la casa de la ciencia muestran que aunque la actividad será alta, similar a la de años anteriores, aquellos que quieran contemplar este regalo caído de cielo se encontrarán con un inconveniente, pues la luna llena saldrá el 13 de agosto, de modo que la luminosidad lunar entorpecerá la observación. Para tener las mejores opciones, lo más recomendable es situar nuestro lugar de operaciones en un punto alejado de las ciudades, lo más oscuro posible, sin que nos molesten luces artificiales, edificios altos u obstáculos naturales como montañas o árboles que impiden la visión limpia del cielo, el fenómeno se observa a simple vista, sin necesidad de instrumentos ópticos, uno de los motivos que lo hacen tan popular, la máxima actividad se producirá a últimas horas de la madrugada.
Las perseidas o lágrimas de San Lorenzo, denominadas así por el Santo del día, son en realidad los restos del cometa Swift-tuttle, cuya órbita atraviesa la tierra todos los años a mediados del mes de agosto, su otro nombre, el de perseidas, proviene de la constelación de donde parecen caer, la de Perseo, al penetrar en la atmósfera, las partículas de polvo dejadas por el cometa se encienden y se consumen en pocos segundos, dejando su magnífica estela luminosa.