BUGA - Por más labores de limpieza, mantenimiento y vigilancia que se realicen en el llamado “Callejón Balboa”, los bugueños no toman verdadera conciencia del daño ambiental que ocasionan al arrojar toda clase de basuras, desperdicios, desechos de construcción, entre otros, a este sector.
Constantes con las quejas de los padres de familia del hogar infantil “Manitos con Amor”, por estas irregularidades, si bien es cierto este sendero se ha convertido en aposento de la basura, sin que se tenga en cuenta que a escasos metros del basurero se encuentra el hogar infantil, cuyos pestilentes olores afectan la salud de los pequeños.
Queda en manos del Secretario de Obras Públicas, retirar estas basuras y escombros, que de continuar arrojándose allí, impedirán el paso peatonal y vehicular, en igual manera es deber de los líderes comunales concientizar la comunidad para que blinden este entorno y no acoliten que continúen depositándose allí las basuras, como se recordará, existe un lugar plenamente acondicionado donde los carretilleros puedan depositar los sobrantes de construcción, sin que deban pagar por ello.
Es deber también de la Policía, vigilar que estas acciones no se presenten, tal como lo consagra el Código departamental de Policía, está prohibido arrojar, ocupar, descargar o almacenar escombros y materiales de construcción en áreas de espacio público. Los generadores y transportadores de escombros y materiales de construcción serán responsables de su manejo, transporte y disposición final, de acuerdo con lo establecido en el presente decreto.
Cuando se requiera la utilización temporal del espacio público para el almacenamiento de escombros o materiales de construcción, o para la adecuación, transformación o mantenimiento de obras, se deberá delimitar, señalizar y acordonar el área en forma que se facilite el paso peatonal o el tránsito vehicular. Los escombros y materiales de construcción deberán estar apilados y totalmente cubiertos.
En Buga son múltiples los trabajos realizados en este callejón en materia de limpieza, pero en vano han quedado por cuanto los mismos moradores del entorno, acolitan mediante el silencio estas acciones vandálicas y de desorden.
El panorama es afeante, manifiestan las personas que a pie transitan por este sector, los fuertes olores a podrido emanados de los animales muertos y arrojados a la vía pública, conllevan a la presencia de aves carroñeras y roedores.
Se requiere de un verdadero esquema de control durante las horas del día, donde constantemente se ven los carretilleros, arrojando basuras en el callejón, expresan los molestos padres de familia de los niños del hogar infantil, “Manitos con Amor”, adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.