Redacción Buga
El Periódico
Con la participación de más de 4.000 personas, se realizó en Guadalajara de Buga la segunda versión del desfile “Buga vive su folklor”, evento artístico y cultural organizado por la administración municipal, que en cabeza del Licenciado John Harold Suárez Vargas, se cumple en este periodo gubernamental.
Históricamente se puede indicar que la versión del año 2012, congregó cerca de 1.500 participantes, y para este año se logró triplicar la participación en el desfile multicultural con Comparsas, Carrozas, Zanqueros, Lanza fuegos, Malabaristas, Resguardos indígenas, Grupos Folklóricos, exhibición de Silletas, las Beldades participantes al Reinado Nacional del Azúcar, Yipaos, grupos de Adultos Mayores, Bandas Músico-marciales y una gran variedad de actos que deleitaron a las familias bugueñas que se ubicaron a lo largo del recorrido del desfile para apreciar el talento de sus coterráneos y los provenientes de otras ciudades del país.
La historia del Silletero se remonta a la época de la Colonia, cuando algunos pasos de cordillera casi infranqueables no permitían la utilización de animales de carga -como bueyes, mulas o caballos-, los silleteros hicieron posible el intercambio de productos y la movilización de viajeros entre lugares muy distantes; su habilidad consistía en soportar a sus espaldas, durante largas jornadas, cargas cuyo peso alcanzaba los 75 kilos. Crónicas de viaje de finales del siglo XIX describen caravanas de un centenar de silleteros avanzando disciplinadamente por los caminos de montaña.
En otras regiones del país, como el Valle del Cauca, Quindío, Nariño y Chocó, también existió el oficio de silletero, hasta cuando fueron desplazados gradualmente del paisaje por el tren y el automóvil. Sólo en algunos reductos de Antioquia y Chocó persistió, hasta bien entrado el siglo XX, la figura del silletero.
El Yipao ingresa a Colombia después de la II Guerra Mundial y la guerra de Corea, los norteamericanos inundados de estos carros, empezaron a venderlos por un precio muy económico a los países en vías de desarrollo, entre ellos a Colombia.
Hizo los caminos, penetró la selva, forjó la economía regional, transportó los productos agrícolas y los hombres que los producían y, de esta forma, se convirtió en una de las expresiones más auténticas del paisaje y del folclor cafetero.
Cabe resaltar el trabajo dispendioso de los artesanos bugueños quienes con dedicación, estilo y mucho compromiso, se dieron a la tarea de cumplirle a Buga, el Valle, Colombia y al mundo entero, por una tradición que coge fuerza y se radica en la Ciudad del Milagroso, gracias a la administración municipal del Licenciado John Harold Suárez Vargas, quien se ha propuesto rescatar estas tradiciones.