El Periódico
Diez años han transcurrido desde que el 12 de junio del año 2004 a un pionero bugueño de pura cepa se le ocurrió crear en su ciudad natal un espacio donde niños, niñas y jóvenes interactuaran con los principios básicos de la ciencia; el cerebro de todo este engranaje es el Zootecnista Oscar Amaya Montoya, especializado en Agroecología, con diplomado en Gestión Ambiental y Estudios en Pedagogía. Todo inicia realizando un diagnóstico de las necesidades educativas que tenían los jóvenes de la ciudad en materia de educación científica; partiendo de las necesidades descritas la entidad creó un diseño que comenzara a dar solución a las carencias manifiestas, fue así como se montó un laboratorio básico, un museo con insectos disecados y cráneos de diversas especies animales, también se habilitó un solar para la observación astronómica.
Varias instituciones comenzaron hacer parte de esta iniciativa, en su inicio instituciones privadas, pero luego la idea contagió a maestros del sector oficial apasionados por la transmisión del conocimiento científico, de esta manera los niños, jóvenes y personas del común comenzaron a referenciar una entidad madrina en la ciudad que les ayudara a comprender este complejo universo. La entidad entró en la interesante etapa de la Responsabilidad Social Institucional. Se comenzó a atender a estudiantes y curiosos por el estudio de los astros, la gente reconoció las estructuras internas de la luna y la forma de los planetas Júpiter y Saturno; se realizaron ciclos de películas relacionadas con el medio ambiente, los inventos más destacados que han cambiado el rumbo de la humanidad y se analizó la posibilidad de vida en otras zonas del universo, la Casa de la Ciencia de Buga comenzaba con pie firme un camino hacia la formación de promesas de la ciencia en la región.
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Su preocupación por llevar la investigación al ambiente escolar ha hecho que el premio “Compartir al Maestro elogie su trabajo, entregándole a nivel nacional dos menciones de Honor en los años 2013 y 2014, de la misma manera este mismo premio a nivel departamental ha destacado su trabajo en compañía de la Comisión Vallecaucana por la Educación. El director de la Casa de la Ciencia, ha informado a este medio que los retos que tiene la entidad en los próximos diez años son básicamente continuar con el ofrecimiento de servicios de laboratorios de ciencias para lograr el sostenimiento de la casa de apoyo a la educación científica, también difundir el tema y la metodología de la investigación desde el ambiente escolar e incorporar al trabajo diario con los estudiantes el tema de construcción del conocimiento científico, donde por medio de unos lineamientos dados por el profesor, los alumnos puedan crear, originar las definiciones y conceptos reales, permitiéndoles de esta manera participar activamente en concebir ideas basados en experiencias propias y no de definiciones encontradas en libros.