El Periódico
Alrededor de 40 obreros de Buga manifiestan haber sido engañados por una constructora de Bogotá, pues llevan 5 meses de espera para que les cumplan con los salarios pactados por la mano de obra contratada. Dieron a conocer que fueron contratados por la empresa Coda SAS de Bogotá para adelantar los trabajos de ampliación del centro penitenciario y carcelario de Guadalajara de Buga, siguiendo las directrices del Ministerio del Interior y de Justicia, a fin de dar mayor capacidad de albergue a la población carcelaria que permanentemente llega a este centro de la Ciudad Señora.
El derecho laboral colombiano es el conjunto de principios, acciones y normas que regulan directa e indirectamente las relaciones entre empleadores y trabajadores, y de éstos con el Estado, con el objeto de garantizar los derechos fundamentales de los trabajadores y la protección del trabajo. Todo lo anterior tiene el único fin de lograr la paz social, siendo esta la finalidad del Código Laboral Colombiano.
Indican los afectados que desde conminaciones, vulnerabilidad y falta de respeto para con ellos, hacen parte del desequilibrio laboral de la empresa contratante, quienes les descontaban las horas por el fenómeno invernal donde debían suspender las labores, ello conjuntamente con el maltrato verbal.
Las acciones vienen siendo interpuestas desde hace varios meses sin que exista entidad alguna que les represente en sus derechos como clase obrera; por ello han acudido a los medios de comunicación en aras de encontrar eco positivo a sus peticiones.
Ahora y en vista del incumplimiento al salario laboral, han cesado las labores ya que ni en las tiendas de barrio donde residen les quieren fiar al menos para el sustento diario de sus familias, esto unido a la serie de recibos de servicios públicos, los cuales han colapsado y en la mayoría de los hoy afectados trabajadores de la construcción, los tienen suspendidos por falta de pago.
Se han dirigido a la Personería Municipal como defensores del pueblo y anhelan que los funcionarios tengan en cuenta el reclamo colectivo, y se revisen las actuaciones de estas entidades que sin ser de la ciudad, llegan a vulnerar el espacio y derechos laborales adquiridos constitucionalmente.
En principio el trabajo era obligatorio para todas las clases sociales. Los aristócratas o superiores se encargaban de las tareas intelectuales, la dirección, organización, vigilancia y las de culto; a las clases bajas les tocaba realizar labores agrícolas y las demás manuales.
Acerca de este pronunciamiento de la carta laboral colombiana, los hoy afectados 40 trabajadores de la construcción indican que ni la afiliación a seguridad social se les dio, como tampoco las herramientas necesarias para garantizar trabajos en alturas, esto teniendo en cuenta que la contratación fue directa y personalizada sin intermediario alguno.
Anhelan que los dineros justamente ganados por las labores encomendadas y en buena manera realizadas, no se esfumen como en otras regiones del país, y que se les pague lo merecido y justo para poder cumplir así mismo con las obligaciones contraídas.