El Periódico
La ley 19 de 1958 creó las Juntas de Acción Comunal (JAC) en Colombia, y desde entonces en la gran mayoría de los barrios de ciudades como Cartagena, los habitantes eligen a los miembros de estas agremiaciones cívicas de base.
Esas elecciones se realizan cada 4 años a partir de la ley 743 del año 2002.
Alberto Rodríguez, presidente de Asocomunal-Buga, manifestó que, “importante es que la gente aprenda a formar su propia organización, que tengan verdadero sentido de pertenencia por su barrio, comuna, municipio, vecindad, conjunto residencial, y no como sucede ahora que cada cual, desde los líderes cívicos y comunales, que tiran cada uno para su beneficio personal.
El dignatario comunal señaló que fue el dos veces presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, quien firmó aquella Ley que dio origen al movimiento comunal, para permitir que los gobiernos locales contaran con la cooperación de vecinos para construir carreteras, puentes y caminos vecinales, viviendas, y hasta mejorar escuelas, entre otras tareas voluntarias en obras de infraestructura y prestación de servicios.
La convocatoria a elecciones se hace mediante la fijación de avisos donde se determine claramente el lugar, el día y el horario de la elección, esta puede ser en una tienda concurrida del barrio o paredes públicas visibles.
Las afiliaciones se hacen con la inscripción directa en el libro de afiliados. Excepcionalmente procederá la inscripción mediante solicitud escrita radicada con la firma de recibido por el secretario de la JAC o en su defecto ante la personería local o la entidad pública que ejerce inspección, vigilancia y control para inscripción de los nuevos dignatarios.
En cuanto a la democracia y participación comunitaria en Buga, Alberto Rodríguez señaló que ahí no hay democracia, la democracia se va consiguiendo a medida que las comunidades van participando y haciendo más activo el proceso; en el caso de Buga, la acción comunal se ha politizado de tal forma que ha perdido el objetivo de inclusión social y participativa, para convertirse en el fortín predilecto de la clase politiquera que busca el favorcito de los electores, para después echarse a perder. Indicó que la importancia de pertenecer a la junta de acción comunal radica en que por su intermedio se desarrollan las obras comunitarias, por lo tanto, pertenecer a la junta es de vital importancia, a través de ella se proyecta, se planifica y se concretan las obras de la comunidad.
Si la comunidad participa puede opinar, pero sobre todo, llega a querer su entorno, a defenderlo, a tener identidad. ¿Por qué la comunidad es apática a participar de la junta de acción comunal? Son múltiples los factores, comenzando porque el Estado capitalista no le ha dado las mínimas garantías y estímulos reales a la comunidad para que decida sobre su propio destino.
“En otros casos, la politiquería, la corrupción y la incomunicación generalmente, ha permitido que las juntas sigan siendo utilizadas por los politiqueros de oficio; seguramente, hay muchos más factores determinantes”, indicó Alberto Rodríguez.