Población carcelaria sin amparo por el Inpec en Buga

Redacción Buga

El Periódico

Sumado a la angustia que desde hace más de un año embarga la familia Toro Cano, está la zozobra por la situación de salud de uno de los miembros del grupo familiar quien se encuentra recluido en la cárcel de Guadalajara de Buga y por razones al parecer de un amotinamiento entre la población carcelaria en uno de los pabellones, el interno Toro Cano sufrió un golpe en la parte testicular que lo tiene con fuertes quebrantos de salud, según indica su señora madre Janeth Toro Cano, quien acudió a este medio de comunicación para denunciar esta situación.

Han sido muchas las puertas tocadas por esta angustiada madre y sus familiares, en busca de ayuda por parte de las entidades del Estado encargadas de la defensa de los derechos humanos, y no ha sido posible; la señora Janeth dijo que ha acudido a todos los estamentos y nadie leresponde favorablemente, ni la Personería con su grupo de delegados ha atendido el tema.

Por parte del abogado defensor del interno, las acciones de amparo han estado a la orden del día, pero según lo precisado por la señora Janeth, ni a este proceso se le ha prestado atención en el Juzgado.

El tema en cuestión, tal parece, no cuenta con una EPS que le cubra el tratamiento a más de contar con el Sisbén, es lo que no entiende la familia y el interno, puesto que al cesar la entidad Caprecom, quedaría cubierto por Ennsanar y tampoco le aceptan esta EPS; por ello eleva un llamado a los directivos del centro penitenciario y carcelario de Buga, a los entes defensores de los derechos humanos para que no le dejen solos en este proceso en aras de garantizar el derecho a la vida, a la dignidad humana y a un inmediato tratamiento de salud.

Consultado el gerente del Hospital Divino Niño, indicó que esta casa de salud no ha desatendido la población carcelaria y que no tiene conocimiento de lo planteado con la situación de salud del interno en mención, ya que a sus instalaciones no ha llegado solicitud alguna para la prestación del servicio médico de urgencias.

Así las cosas, la situación para el paciente carcelario se agrava cada vez más y sus familiares ruegan al Todopoderoso que no suceda lo de otros casos, donde se han posibilitado los mecanismos cuando el paciente se encuentra en estado terminal, y científicamente no hay nada que hacer.