
El edil James Hernán Gómez Serrato, precisó que esta situación de riesgo para con los niños y jóvenes que estaban siendo atendidos en este centro, se reflejaba de manera rápida, sin que el ICBF le prestara atención; es así como se acabaron los programas de semi internado e internado, dejando a la deriva cientos de niños y jóvenes quienes por su condición deben contar con el acompañamiento profesional y la asistencia educativa.
El edil se pronunció en un llamado de atención al centro zonal de bienestar familiar en Buga, toda vez los más perjudicados son los niños y jóvenes quienes deben recibir oportuna atención del Estado.
Desde luego y según lo indicado, la respuesta que dio la directora del centro zonal no es convincente y oportuna, puesto que ella manifiesta que es una orden de las directivas nacionales y que no sólo en Buga se vivencia la situación, también en otros municipios del Valle del Cauca, y que no hay opción de ponerlos nuevamente en funcionamiento.
Lo cierto del caso es que las puertas de la casa Hernando Ospina se han cerrado y por ahora no abrirán el servicio y atención que se venía dando a estas comunidades vulneradas en sus derechos.
Tal pareciera como si una nube gris se hubiese posado sobre los programas asistidos para niños, niñas y jóvenes del ICBF en Buga; de recordar que igual situación les tocó afrontar a las dos casas hogares de paso, donde cerca de 150 niñas quedaron a la deriva y sin la protección que demanda la política pública de juventud, cuando ellos se vean en peligro o vulneración a sus derechos. “En el recinto de la corporación edilicia en Buga se planteó la situación en aras que llegue a oídos de la Gobernadora del Valle, para que oficie al gobierno nacional y se enteren de lo que está sucediendo, precisamente cuando en Colombia se avanza en un proceso de paz, y donde estas comunidades vulneradas y en especial provenientes de hogares en conflicto, requieren del Estado como tal para que se les brinde apoyo y acompañamiento”, indicó el concejal Gómez Serrato.