Redacción Buga
El Periódico
Por parte del Hospital Divino Niño de Buga, se viene implementado el programa bandera del Alcalde municipal John Harold Suarez Vargas denominado, “Del Vientre a Siempre”, el cual pretende brindar una educación a las madres gestantes, realizar un apoyo nutricional y prestarles una atención integral para mejorar sus condiciones de salud y así disminuir la morbimortalidad materno perinatal y de la primera infancia.
El Gerente de la E.S.E, expresó que hay que concientizar a las más de mil maternas que atiende anualmente el centro de salud, para que alimenten única y exclusivamente a sus hijos recién nacidos hasta los seis meses inclusive hasta el año de edad, sólo con leche materna, para ello hay que realizar un seguimiento desde el control prenatal a las futuras madres, quienes además recibirán alimentación complementaria costeada por la Administración Municipal.
El lanzamiento oficial de dicho programa sería el 8 de marzo, día de la mujer, el cual contaría con la presencia de importantes personalidades del ámbito nacional, departamental y local. Para la realización de este programa se cuenta con la asesoría del pediatra Jairo Madriñan.
La gestación constituye el mayor esfuerzo fisiológico al que está sometida la mujer en el curso de su vida. Sin embargo, con frecuencia se ha olvidado el derecho de la mujer a una buena alimentación, nutrición y salud durante esta etapa.
En Colombia una gran proporción de las mujeres gestantes son adolescentes, tienen exceso de trabajo físico, anemia, alimentación inadecuada, insuficiente peso y talla al inicio de la gestación y/o escasa ganancia de peso durante la misma. Bajo estas condiciones, cada nueva gestación significa un mayor deterioro del estado de salud y nutrición de la mujer y un mayor riesgo para la vida del niño o niña que va a nacer.
Una de las principales consecuencias del mal estado nutricional de la mujer antes y durante la gestación es el bajo peso de sus hijos al nacer (menos de 2.500 gramos), lo que aumenta el riesgo de que el niño o la niña mueran antes de cumplir el primer año de vida.
Acciones destinadas a resolver el problema del bajo peso al nacer deben llevarse a cabo antes de la gestación, desde la niñez misma y deben considerar los factores culturales, entre ellos los roles de género, que como se dijo antes pueden afectar la nutrición de las mujeres. Por esto se debe prestar atención especial a la adecuada alimentación de la niña desde su nacimiento, incluyendo la lactancia prolongada, la oportuna atención de su salud y la satisfacción de sus elevadas necesidades nutricionales durante la adolescencia, para contribuir significativamente a romper el círculo vicioso de la desnutrición materna que engendra niños y niñas desnutridos con bajo peso al nacer.
Durante el período de gestación, el feto obtiene de la madre, a través de la placenta, todas las sustancias nutritivas que requiere para su crecimiento y desarrollo. Si la alimentación de la gestante es insuficiente, el niño o la niña obtiene las sustancias nutritivas a expensas de las reservas maternas, agravando con ello la situación nutricional de la madre. La mujer gestante debe comer para ella y para su bebé en formación.
En algunos sitios existe la falsa creencia de que si la madre aumenta el consumo de alimentos, el niño crecerá grande y el parto será difícil. Por el contrario, un mayor consumo de alimentos asegura el normal desarrollo del niño o la niña y mejores condiciones de la madre en el momento del parto. Sin embargo, no se recomienda una ganancia exagerada de peso durante el embarazo. Si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas. Y esas vidas no sólo se salvarían, sino que mejoraría sus condiciones actuales, debido a que la leche materna es el alimento perfecto para el niño durante los primeros seis meses de vida en forma exclusiva y hasta los dos años en forma complementaria.