8.06.2012

Recuperando espacio público


BUGA - Una mujer se opuso al decomiso de un caballo de su propiedad y se enfrentó a las autoridades policiales por lo menos 45 minutos, alegando que en la cuadra habían otras personas que también tenían caballos y que la ley era para todos, “o todos en la cama o todos en el suelo, o se llevaban todos los caballos o no se llevaban ninguno”, argumentó airadamente la mujer.  La orden del desalojo de este sitio del animal fue consecuencia de una problemática que data ya desde hace unos tres años, explicó Carlos Humberto Arias funcionario  de la Secretaría de Gobierno de Buga.  Los hechos tuvieron lugar en la calle 26C carreras 12 y 12A, donde se viene presentando una problemática muy complicada de tipo ambiental y de movilidad, allí hay unas personas asentadas en este sitio que tienen sus carretillas y las ubican en la vía pública, los semovientes caballares sobre el espacio público, perturbando tanto en la parte de movilidad como la sanitaria.  Según el funcionario, estos animales están en muy malas condiciones, ubicados a la intemperie y en reiteradas oportunidades la comunidad ha solicitado la intervención de las autoridades competentes, por esa razón se contó con la participación de la policía, Secretaría de Tránsito, la Inspección de la Casa de Justicia, la Secretaría de Salud y Planeación Municipal, para darle una respuesta efectiva a la comunidad con respecto a esta problemática.  En el mismo operativo de destruyó un cambuche, en el, se viene desarrollando una actividad de corte de pasto que atrae aún más al gremio de carretilleros, que vienen a buscar este alimento para sus caballos.
Para controlar esta situación ya se dispuso el patrullaje por parte de la policía y de los agentes de tránsito que están debidamente autorizados para realizar el decomiso de las carretillas y de los equinos a que haya lugar, si se vuelve a invadir el espacio público en este sector.
En cuanto a las alternativas para ubicar los animales, se dijo que el municipio por el momento no cuenta con un lugar donde llevarlos y que son los propietarios de estos los que tienen que propender por el bienestar del animal, por la movilidad del sector y por la tranquilidad de sus vecinos, pues esto ya se ha convertido en un serio problema de convivencia. Al final la propietaria del caballo fue persuadida por su hija para que colaborara e hiciera entrega de este a las autoridades, siendo trasladado para que fuera  revisado por el veterinario de  la Secretaria de Agricultura y valore su estado.

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