Campeante oscuridad en el parque de Paloblanco, contiguo al templo parroquial

La denuncia la hace el sacerdote Álvaro Hernández, toda vez que este templo parroquial ha sido objeto de robos, como sucedió con el campanario y algunos elementos que en años anteriores fueron extraídos de allí, así como también la inseguridad reinante en el sector.

Redacción Buga

El Periódico

Vehemente denuncia pública ha hecho el Presbítero Álvaro Hernández de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del barrio Paloblanco de Buga, ante la oscuridad reinante en el parque del sector contiguo al templo parroquial.

Manifiesta el Pastor de la Iglesia Católica, que a pesar de los trabajos de remodelación y mejoramiento del entorno, este parque se dejó a la buena de Dios, porque ninguna entidad se ha pronunciado a cerca del sistema de iluminación que permanece en estado de descanso, apagadas las luminarias en todo momento.

“Llevamos más de dos meses en esta situación y hasta el momento ni la empresa Enelar ni la Secretaría de Obras Públicas han iniciado el proceso de ponerlas en funcionamiento”, dijo el sacerdote.

El temor de los habitantes del barrio y de los alrededores, es tal que después de las 5:00 de la tarde no se asoman por allí como lo hacían en los buenos momentos, esto degenera el ambiente de comunidad que siempre ha reinado en Paloblanco, por ello se eleva el urgente llamado a quienes tengan la responsabilidad del caso, para que de una vez por todas pongan en funcionamiento estas luminarias, que tal parece se viene cobrando por un servicio desde hace dos meses no utilizado.

Ni siquiera los estudiantes de la sede Guadalajara que linda con el parque se recrean en el parque, lo han abandonado y esto conlleva a que sus moradores lo dejen de lado y opten por permanecer en sus casas, desdibujando el panorama comunitario y de sana convivencia ciudadana.

Como si fuera poco, las misas que de costumbre se realizan en horas de la noche han disminuido la asistencia de la feligresía a raíz de la tenebrosa oscuridad que reina en el sector de la puerta principal del templo parroquial, que da con el parque, donde sólo una luminaria no muy potente de propiedad de la parroquia, ilumina a penas la entrada del templo.