El robo de la efigie de la Virgen del Carmen que se encontraba en la calle 3 con carrera 3 del barrio El Carmelo de Buga, tiene preocupados los fieles devotos quienes no encuentran ni respuesta valedera o los responsables de este asalto a la fe Católica.
La imagen, que llevaba más de 20 años de estar en este portal, desapareció hace unos días sin que hasta el momento se conozca de su paradero; manifiestan los habitantes del sector que frente a su altar se reunían diariamente a orar para que el rio Guadalajara no arremeta contra ellos que se encuentran en sus linderos, recibiendo los favores de la Virgen, y que ahora, sólo la romería de la gente es la que acompaña este altar que fue sometido a la profanación por parte de personas inescrupulosas.
Lo que ahora anhelan los fieles de la Virgen del Carmen, es que les devuelvan la efigie para que puedan congregarse los vecinos y moradores del barrio frente al altar que se le construyó y donde permaneció por mucho tiempo y donde deberá seguir; piden a la Santa, que ablande el corazón de estas personas, para que la retorne a su sitio de origen a que siga dándoles la custodia y protección a sus hogares.
La preocupación ha tocado todos los moradores, quienes han venido realizando recorridos por las diferentes calles del barrio pregonando la pérdida de la imagen a fin de que todos se den por enterados y organicen cruzadas de búsqueda y salvamento de su protectora.
Desde vigilias, cadenas de oración, marchas silenciosas y pacíficas, grupos de oración comunitaria y hasta de promesas al Milagroso, se vienen realizando con el firme propósito de llenar de bondad los corazones de los sacrílegos para que devuelvan esta custodia benefactora del barrio El Carmelo de Buga.
Como se recordara, la imagen de la milagrosa fue instalada en el año 1.998, para la protección de la comunidad del barrio, luego de presentarse un desastre natural de inmensas proporciones, donde los establecimientos comerciales reportaron grandes pérdidas como fue Centro Motors Ltda., localizado en la calle primera con carrera 11, donde el río socavó y tumbó las áreas de talleres y ventas, allí destruyó 10 vehículos nuevos, seis de ellos los arrastró hasta el patinódromo La Libertad y los cuatro restantes los chocó. El Hotel Guadalajara, el más conocido de Buga, se disponía a celebrar una fiesta con las cinco finalistas del Concurso Nacional de Belleza, pero ante la tragedia, los cerca de mil asistentes al acto huyeron despavoridos.
El evento natural por fortuna no afectó los moradores de este sector, por lo que un grupo de personas de convicción Católica decidieron protegerse con la imagen adecuándole un sitio cerca al afluente para que los preserve de todo peligro natural, humano y de todo orden, además de mantener la tranquilidad y la calma, lo que a la luz de la verdad ha permanecido.