Falta de convivencia ciudadana de un habitante en Valle Real

Redacción Buga

El Periódico

Técnicamente, el espacio público se define como el “conjunto de inmuebles públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados por su naturaleza, por su uso o afectación a la satisfacción de necesidades urbanas colectivas que trascienden por tanto los límites de los intereses individuales de los habitantes.

A partir de esta definición es fácil comprender que el espacio público es un concepto que involucra mucho más que las simples consideraciones arquitectónicas, y que, por el contrario, en su tratamiento se deben tener en cuenta más los aspectos sociales, culturales y políticos que se derivan de su construcción, y posterior uso y aprovechamiento.

Esto,  tal pareciera no se tiene en cuenta por parte de un morador del barrio Valle Real al nor- occidente de Guadalajara de Buga, quien sin respetar las mínimas reglas de convivencia ciudadana, estaciona de manera arbitraria un vehículo automotor en la vía peatonal del sector sobre la carrera 30A con calle 14A, sin dejar espacio para que se dé el flujo peatonal como debería ser.

Manifiestan los hoy afectados vecinos de la vía peatonal en mención, que desde hace un tiempo a la  fecha se vienen registrando por parte del vecino estas acciones que van en contra de la sana convivencia ciudadana que por muchos años se logró disfrutar sin inconveniente alguno; en igual manera precisan que de manera cordial han dialogado con él, haciéndole conocer del perjuicio que causa a todo el vecindario, sin encontrar recíproca y positiva respuesta del infractor a las normas de convivencia ciudadana y de tránsito.

El espacio público es un bien colectivo, lo que significa que nos pertenece a todos, su cantidad, buen estado, así como el adecuado uso y aprovechamiento que se le dé; reflejan la capacidad que tienen las personas que habitan en las ciudades de vivir colectivamente y progresar como comunidad, sin caer en visiones individualistas y oportunistas. Allí, las personas, especialmente las más pobres y vulnerables, encuentran un lugar para recrearse, conversar con sus vecinos, ejercer sus derechos y deberes democráticos, encontrándose como iguales, independiente de su condición social, raza o religión. Por ser un lugar donde las personas ejercen de forma plena su ciudadanía, el espacio público genera apropiación y sentido de pertenencia, los cuales son vitales en la cultura de una comunidad. 

Por ello han recurrido a las autoridades de Policía, de Gobierno, Planeación y los medios de comunicación, a fin de presentar la denuncia pública sobre esta irregularidad, a la espera que el ciudadano entienda que con su actuación sólo genera mal ambiente entre él y sus vecinos, lo que no debería ser, por cuanto el sistema habitacional del barrio es para ese fin de tener mayor contacto con el vecindario; en la misma forma que la permanencia del vehículo sobre la débil capa de cemento la ha deteriorado al punto que ya no existe. 

Ellos sin deseo de causar malestar o discordia entre el vecindario, anhelan que en estos días de reflexión, el vecino se acoja a las normas de comunidad y deje el vehículo estacionado en un sitio adecuado o lo mantenga en un parqueadero acorde.