El Periódico
Ante las múltiples quejas que se venían recibiendo por parte de las comunidades en torno a lo que calificaban de abandono al Cementerio Católico de Guadalajara de Buga, el Presbítero Bernardo Henri Salcedo, Vicario General de la Diócesis de Buga, indicó que éstas fueron debida y cuidadosamente recepcionadas, estudiadas y analizadas de manera detallada, a fin de erradicar los posibles focos o problemas y darles solución inmediata; es así como en primer inicio, se adecuo nuevamente la entrada principal al Campo Santo por la carrera 18 con calle 9ª o antigua entrada, con el fin de evitar accidentes por el sector de la calle 8 entre carreras 18 y 19, la cual se habilitó inicialmente a solicitud de los comerciantes de elementos fúnebres, por motivos de la remodelación del parque Ricaurte por parte del municipio.
En atención a esta solicitud de los comerciantes de flores, lápidas y otros, la Diócesis de Buga acató la propuesta y permitió que se ubicaran sobre el alero sur de la edificación, habilitando esta entrada para que los féretros, deudos y acompañantes ingresaran por allí, sin que generara inconveniente alguno para la movilidad vehicular.
Pero al paso del tiempo, este permiso transitorio se volvió permanente y por algunos años fue la calle octava el sitio para el ingreso de los cadáveres, imposibilitando en algunos momentos el buen flujo vehicular, además de poner en riesgo la integridad física de quienes acompañan los entierros porque el tráfico vehicular es constante y se encuentra a pocos metros del cruce vial, unido a que la vía es muy estrecha y en frente se ubican bodegas para embalaje de empaques para productos, aspectos que generaron el cambio de ingreso por la carrera 18.
Allí se construyó una rampa para el acceso a personas con dificultad motriz, lo mismo que para personas adultas mayores a quienes se les imposibilita el paso por el sistema de graderías.
Se iniciaron además los trabajos para pintar la capilla del cementerio, y se espera para el edificio en su totalidad; también se está adecuando otra sala para que la comunidad tenga más opciones al momento de realizar las inhumaciones de los cuerpos.
El sacerdote indicó que se logró erradicar el flagelo del consumo de sustancias alucinógenas y marihuana al interior del Campo Santo, mediante el diálogo y la socialización con quienes venían ejecutando esta acción ilícita en un sitio de reflexión; para corregir esta problemática, se optó por un esquema de seguridad y vigilancia privado al interior de la edificación y que hace constantes rondas por los pasillos del cementerio.
En lo referente a las antiguas fuentes de agua que se tenían, estas fueron reemplazadas por pequeñas albercas en busca de optimizar el recurso agua, al igual que para evitar la proliferación del zancudo portador de enfermedades; estas acciones se emprendieron como sugerencias de la Secretaría de salud municipal; “para ello, se cuenta con un sistema de ahorro de agua, de tal manera que las personas que frecuentan el cementerio y hagan mantenimiento a las tumbas, apliquen la cantidad necesaria a las flores o empradización sin desperdiciar el líquido vital”, añadió el pastor de la Iglesia Católica y Vicario General de la Diócesis de Buga.
Referente a la presencia de gatos, esto se ha ido solucionando a través de un albergue al cual han sido llevados los felinos que así lo han permitido mediante la captura de protección, para lo que se espera total colaboración de la gente, en no abandonar o dejar los gatos en este sitio, para evitar molestias posteriores.
“El cementerio en Buga, busca la transformación en jardín para los cuerpos de quienes han partido del mundo terrenal, por ello se han venido adelantando una serie de obras y acciones en procura de su mejoramiento”, precisó el sacerdote Bernardo Henri Salcedo.
Se denomina cementerio o camposanto, al sitio en el que se sitúan los cuerpos inertes o restos mortales de las personas, en un proceso que se conoce como inhumación o sepelio. A razón de la cultura que impere en el área geográfica donde se encuentren, los cementerios pueden ser utilizados para depositar los cadáveres que previamente fueron introducidos en sarcófagos, ataúdes o féretros.
Se debe destacar que la palabra Cementerio tiene su origen en el griego koimetérion, cuyo significado es “dormitorio”, ya que, según la fe cristiana, los cadáveres entraban en una especie de letargo o largo sueño, hasta que llegue el día de la resurrección anunciado por Jesucristo.