El Periódico
Desde el año 2.015 se viene oficiando ante la firma constructora en la remodelación del parque Santa Bárbara, en aras del cumplimiento del funcionamiento de la fuente luminosa del mencionado sitio, por lo que el presidente de la Junta de Acción Comunal, Diego Fernando Delgado, indica que no ha cesado en buscar el cumplimiento a las pólizas establecidas para tal fin, han sido varias las reuniones con la firma encargada de la remodelación de la fuente, pero todo ha sido en vano; precisa el líder comunal que al entrar el 2.016 se le ha manifestado de unas reparaciones en la maquinaria, pero se requiere de las obras en las boquillas exteriores para que por fin se vea realizada y cumplida la obra que por falta de garantías ha quedado inconclusa; por ello se requiere de la intervención inmediata del secretario de obras públicas del municipio de Buga quien deberá gestar las acciones con la firma constructora y los encargados de la fuente luminosa de tal manera que le acondicionen como quedó estipulado en el contrato.
La firma que remodeló o construyó la fuente luminosa, según el presidente de la JAC, es de Bogotá y ya estuvieron en la Ciudad Señora inspeccionando los daños, pero no dan soluciones concretas, por ello eleva el llamado a las autoridades competentes y de fiscalización, para que hagan cumplir las normas, acuerdos y contratos, de lo contrario sea el municipio quien entre a las acciones jurídicas pertinentes; añadió el señor Delgado, que no descansará hasta ver funcionando correctamente esta fuente, así no se encuentre como dignatario comunal, exhorta en igual manera a la comunidad del barrio Santa Bárbara, a que le acompañen en este proceso ya que el beneficio es para el colectivo, máxime en un parque insignia e histórico para Buga.
Lo que deben investigar las autoridades es qué funcionario retiró las válvulas de la fuente y no las regresó ni a los talleres del municipio, como tampoco al almacén, lo que se de ser así se tipificaría como abuso de confianza, robo y detrimento patrimonial al erario público; “en igual manera se requiere de los buenos oficios del Honorable Concejo Municipal de Guadalajara de Buga, para que como representantes de las comunidades, les echen una manito en este proceso y no se quede esta obra como un saludo a la bandera”, recalcó el dignatario comunal.
Y no es para menos que se recupere este parque, porque la historia no miente; la inauguración del Parque tuvo lugar el 20 de julio de 1910, para el centenario de la independencia de Colombia, fue llamado Plaza de la Victoria. Actualmente es conocido como el Parque de los Leones o Parque de Santa Bárbara. El obelisco se levantó entre los años 1974 y 1976. El Concejo decretó por la Ordenanza No. 22, de diciembre de 1869 la creación de la plaza de la Victoria del barrio Santa Bárbara, para lo cual tuvo que adquirir cuatro casas ubicadas en este sitio. La naciente plazuela fue escenario no sólo de festejos populares sino también de luchas civiles.
Se cuenta que allí se amotinaron las fuerzas del General José María Obando, en el año de 1854, haciendo cundir el pánico entre los ya numerosos habitantes del barrio; luego tuvo lugar la toma de la ciudad, por el General Tomás Cipriano de Mosquera en la llamada Batalla del Derrumbado al sur-oriente de Buga y nuevamente las fuerzas militares se concentraron en la Plazuela de Santa Bárbara, la Plaza de la Revolución, San Francisco y el Colegio Académico. Inicialmente se llamó plazuela de Santa Bárbara, como queda dicho y luego de la Victoria en honor de los vencedores de las huestes españolas en la Batalla de San Juanito el 28 de septiembre de 1819, participando en ella el General Joaquín de Ricaurte y Torrijos y los Coroneles Juan Runel y Clemente Mercado.
La exuberante arborización del parque estuvo inicialmente protegida por un cercado de alambre de púas y luego con verjas de hierro y cemento. El Club de Leones – Fundado el 16 de septiembre de 1950 – realizó la primera remodelación del parque en 1953, con piso de mosaicos y elegantes jardines, posteriormente en la Administración del Alcalde Flavio Romero Ortiz, en 1975 fue modernizado y se construyó una hermosa fuente luminosa, hoy en lamentable descuido. Por esta obra, valorización gravó económicamente al vecindario.