12.07.2015

Caballerizas pululan en el barrio El Carmelo

Redacción Buga
El Periódico

Preocupados se encuentran los habitantes del barrio El Carmelo al suroriente de Buga, por la proliferación de obras de construcción de 22 pesebreras en el sector de la calle 3 entre carreras 5 y 6, del mencionado sector.

La presidenta de la Junta de Acción Comunal, Sandra Patricia López, dejó conocer que esta incomodidad ha sido planteada a las autoridades municipales, pero no se han ejecutado las acciones necesarias en evitar lo que hoy es un hecho anunciado.
“El problema radica en la contaminación que va a sufrir el rio Guadalajara, unido a la problemática de salud pública en el sector, pues la presencia de estas caballerizas no es apta en un sector residencial como es el barrio El Carmelo”, indicó la líder comunal.
Su preocupación radica en el impacto ambiental que esto puede generar en materia de malos olores, y de animales deambulando por la zona; además, según la presidenta de la Junta de Acción Comunal, Sandra Patricia López, la construcción de dichas pesebreras se hizo de manera irregular, ya que su propietario no tendría los permisos respectivos para el funcionamiento de esta pesebrera.
La comunidad del Carmelo, espera que las autoridades competentes como la Secretaría de Planeación, de Gobierno y de Agricultura, realicen las acciones correspondientes de control en este caso.
En su momento, el entonces Presidente de la Junta de Acción Comunal Guillermo García González, indicó que 4 personas que se dedicaban a la extracción de material del Río Guadalajara, se tomaron el lote donde se podría decir que era para el parque o zona de descanso de los habitantes del barrio El Carmelo, al oriente de la ciudad, como de su propiedad y lo arrendaban a otras personas para que dejaran allí sus bestias caballares en horas de la noche y los fines de semana, luego de las labores cotidianas.
Todo esto hace parte de la gran problemática que en los últimos meses se viene presentando, y donde se han elevado comunicados a las entidades de salud pública y los entes de control ambiental del municipio.
Las comunidades afectadas han manifestado que ya es imposible vivir allí, y por supuesto la inseguridad que reina por la presencia de toda clase de personas que procedentes de otras localidades del municipio torpedea la tranquilidad.
El barrio El Carmelo está conformado por cerca de 2.000 habitantes, de los cuales en su mayoría son personas adultas que durante el día se ocupan en diferentes actividades por fuera de sus casas, y en las noches buscan la tranquilidad para recargar energías y al día siguiente continuar sus tareas.
Geográficamente comprende desde la carrera primera a la séptima, incluyendo la calle cuarta, hasta la calle sexta, y todo el sector del margen derecho del Río Guadalajara en lo que se ha denominado sector de invasión, y hacia la parte oriental hasta la vía que conduce al derrumbado frente a la estación de la CVC.
Las violaciones a las normas urbanísticas y sanitarias deben ser investigadas y sancionadas por las autoridades locales. Igualmente, estas autoridades son titulares de competencias policivas cuyo objeto es evitar que se deterioren las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas. La omisión y la negligencia de la administración en el cumplimiento de sus tareas, repercute de manera perjudicial sobre los miembros de la comunidad, que se ven expuestos a sufrir injustificadamente peligros y riesgos que, en muchos casos, tienen la virtualidad de afectar incluso sus derechos fundamentales. Particularmente, la omisión administrativa para hacer observar las referidas normas urbanísticas y sanitarias, coloca a sus infractores en una posición material de supremacía frente a las demás personas que se ven en la necesidad de tolerar o resistir sus desmanes.

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